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sábado, 7 de mayo de 2016

[Reseña] Swallow the Sun - Songs from the North (2016)

Swallow the Sun es una banda finlandesa creada en el año 2000 a la que es difícil etiquetar claramente, ya que disco a disco nos vienen demostrando que innovar y cambiar el sonido sin perder la esencia es totalmente posible. No obstante parece claro que la línea argumental de sus 6 álbumes hasta la fecha está entre el death y doom melódicos, con capacidad de crear una atmósfera muy lírica por momentos y opresiva en otros.



Su disco más reciente, favorito de los oyentes de Noche de Rock hace un par de semanas, es Songs from the North, un triple disco de casi tres horas de duración y lleno de material muy diverso. Comparado con su anterior referencia, Emerald Forest and the Blackbird, publicado en 2012, el nuevo incluye partes ciertamente similares (que harán las delicias de los que nos gustó su anterior trabajo) con otras más angelicales y un giro final en caída libre hacia el averno. Este es un disco que se tiene que diseccionar en tres partes.



El primer disco, de una hora de duración, bien podría ser la continuación del Emerald. Continuación sí, pero con nuevos elementos que dotan a sus canciones con un espíritu renovado. El disco está marcado por la alternancia de voces limpias y guturales, sobre una línea de doom melódico muy clara, que lo hace entrar solo por las orejas.

El segundo disco es... bonito. Puede que sea el que más se aparte hasta la fecha de lo que podíamos esperar de Swallow the Sun. Aún así no desdice nada este trabajo. Es más, el grupo demuestra una gran madurez siendo capaces de huir del metal y encontrar un equilibrio tocando música con tintes de rock progresivo y partes muy acústicas. Me recuerda mucho al Shelter de Alcest. En total son 45 minutos de relax antes de...

El tercer disco. Oscuro. Pesado. Visceral. Una caída infinita hacia un pozo sin fondo. Es puro doom: afinación muy grave, guitarras monótonas y continuos guturales. Todo esto hace que la ambientación sea excelente, incluso que por momentos transmita una atmósfera altamente opresiva. Aunque los 52 minutos se hacen un poco largos, hay que reconocer que es un muy buen punto y final para cerrar el proyecto.

Con Songs from the North nos encontramos ante una nueva joya de Swallow the Sun. Pese a ser un disco tan largo y variado que te deja agotado si lo escuchas de seguido, siempre me deja ganas de darle otra vuelta.

martes, 3 de mayo de 2016

[Reseña] Baroness - Purple (2015)

Esta reseña ha sido escrita para el disco de la semana de Noche de Rock, la copio integramente aquí en TheMusicAll.es 

Aquí os dejo un enlace de la crónica del concierto de hace un par de meses en Viena - Crónica.


Baroness siguen evolucionando y añaden un nuevo color a su paleta discográfica: Purple. Para entender este nuevo LP de los de Savannah, es necesario mencionar que viene precedido de un importante cambio en la banda, marcado por un aparatoso accidente de autobús durante la gira del anterior disco Yellow & Green. Mencionado accidente les mantuvo apartados de los escenarios y generó la salida de la mitad del grupo, quedándose la melodía de John Baizley y Peter Adams faltos de base rítmica. Cojos tanto física como musicalmente, un nuevo objetivo era necesario para ayudar con la recuperación, dicho objetivo tenía color morado y para alcanzarlo el primer paso consistía en volver a completar la formación, acudiendo a la llamada el bajista Nick Jost y el batería Sebastian Thomson. Por una parte, las señas de identidad musicales de Baroness se mantienen en esta nueva etapa: la poderosa voz de Baizley y los geniales riffs de Adams. Por otra, los nuevos miembros han sabido encontrar su sitio y no se han limitado a ser un mero recambio, sino que han colaborado aportando sus ingredientes en Purple. Tal y cómo mostraron en la web-serie “Making Purple”, en la que relataban el proceso de grabación y adaptación, Nick Jost viene de una escena más clásica y Sebastian Thomson, de Trans Am, tiene un extenso currículum en el mundo de la electrónica.


Si recuperarse de un accidente y cambiar la mitad de la formación no es suficiente para definir una nueva época en el currículum de una banda musical, Baroness han publicado Purple bajo su propio sello, creado para la ocasión: Abraxan Hymns (el nombre viene de un verso de la canción Steel That Sleeps Eye del Blue Record). Algo que no cambia es el artwork de Baizley, en la portada siguen figurando los clavos, las mozas y los animales, en esta ocasión con una obvia predominancia del color morado.

“Morningstar” y “Shock Me”, la dupla encargada de abrir el disco, son a mí modo de entender un puente que nos guía hacia la nueva andadura, partiendo de terrenos conocidos con nuevos detalles. “Morningstar” podría encajar en el tracklist del Red Album o Blue Record, gracias al riff principal, otra joya para la colección y un solo de guitarra muy a la Baroness. Y “Shock Me”, con ese ritmo machacón y la épica línea vocal, tiene un toque muy Yellow & Green.

Con “Try to Disappear” y “Kerosene”, comenzamos a ver de una forma más clara la influencia de los nuevos miembros y también las líneas vocales más melódicas y estribillos turbo-coreables. A la mitad del LP, el quinto corte “Fugue” sirve de intro instrumental del single y temazo “Chlorine & Wine”, tema que pudimos disfrutar meses antes de la publicación del LP. Me costó unas cuentas escuchas estar a gusto con este tema, pero ahora es de mis canciones preferidas de la formación. Un tema muy dinámico, con una tranquila intro interrumpida por Baizley dejandose el pulmón, liderando el in-crescendo que termina con el monumental estribillo a cuatro voces y legendario riff.

Sin tiempo de reponernos de la avalancha musical, continua “The Iron Bell” a un ritmo trepidante. Continua el disco con “Desperation Burns” y reduciendo a un medio tiempo, Baizley y sus secuaces no dejan de cantar con toda su alma y corean a los cuatro vientos que han vuelto y de energías van sobrados, tal y como pude comprobar en su directo hace un par de meses.


Cerrando el disco suena la ponderosa y preciosista “If I Have To Wake Up (Would You Stop The Rain?)”,  con un Baizley cantando lleno de sentimiento acompañado de elegantes arreglos de sus escuderos y para cerrar otro de los grandes solos marca de la casa. Una breve outro de 15 segundos, titulada “Crossroads Of Infinity”, termina el disco con una voz distorsionada enunciando: “I've done it / I'm drifting into a world /of limitless dimensions”.

La última entrega de la carrera de Baroness, aporta unos brochazos de color morado a su lienzo musical compuesto ya por el Red Album, Blue Record, Yellow & Green. La mezcla del rojo y azul ha dado un resultado distinto al que se podría haber esperado, pero no por ello de menor calidad y mencionar que en directo funciona a la perfección y empasta muy bien con el resto de los temas del setlist de su discografía. Baroness están agradecidos de seguir al pie del cañón y esa energía se nota tanto en el disco como en su directo.

Con los colores primarios ya cubiertos y dos de los secundarios también, será Orange el quinto larga duración de Baroness? 

sábado, 9 de abril de 2016

[Reseña] Deftones - Gore (2016)


Pocos grupos conozco con la clase y elegancia que demuestran Deftones en cada uno de sus lanzamientos. Atrás quedaron los tiempos del Nu-metal en los que muchos de los de su quinta se quedaron estancados dando tumbos sin saber muy bien que hacer con su carrera. Aunque haciendo honor a la verdad, Deftones nunca han sido un grupo encasillado en dicho estilo. Siempre han marcado la diferencia con el resto con discos como el aclamadísimo “White Pony”.

Parece que el grupo está viviendo una segunda edad de oro tras su época oscura marcada por los excesos en la que quizá bajaron un poco el listón con “Deftones” y “Saturday Night Wrist”. El dúo “Diamond Eyes” – “Koi No Yokan” me parece de lo mejor que tienen, y si tenemos en cuenta que eran sus últimas referencias hasta la fecha, podéis imaginar que esperaba su nuevo disco, “Gore” como agua de mayo.

La portada de “Gore” no presagiaba más que cosas buenas pero al escuchar el disco me he llevado un pequeño chasco. Creo que sigue estando por encima de “Deftones” o “Saturday Night Wrist”, pero se queda un poco corto en comparación con sus dos predecesores. Le faltan melodías que enganchen y encuentro a Chino repetitivo y sin la gracia que ha estado demostrando hasta ahora, incluso en proyectos paralelos como Palms. Echo en falta la rotundidad de Carpenter y eso que creo que él sigue siendo el más brillante del disco. Pero me parece que en las disputas internas entre Chino y él, ha salido perdiendo y al grupo no le ha venido nada bien que Chino tome todas las decisiones. Esto, claro, son cábalas mías a raíz de las entrevistas recientes que he ido leyendo.


No todo es malo en “Gore”, ni mucho menos. Si queremos guitarrazos meshuggueros los seguimos teniendo en temas como “Doomed User” o la homónima “Gore” y si buscamos las elegantes atmósferas que suelen regalarnos en cada disco también las tenemos en “Hearts/Wires” (para mi una de las mejores del disco) o “Prayers/Triangles”, que es la que más se parece a lo que venían haciendo en sus últimos discos.


Por mucho que se esfuercen, Deftones no van a sacar un disco malo, pero estaría bien que Chino Moreno recuperase parte de la genialidad a la que nos tiene acostumbrados y que en “Gore” sólo vemos a fogonazos. Todos en el grupo son unos magos en lo suyo, pero, les encuentro faltos de inspiración en muchos momentos. El álbum no es malo, pero tampoco tan redondo como otros. Me parece que hay algún tema de relleno como “Pittura Infamante” o “Xenon” y que si se hubiesen dado un poco más de tiempo para componer habrían podido sustituirlos, dando así un disco mucho más memorable.

lunes, 14 de marzo de 2016

[Reseña] Otus - Death Trhoes (2016)

Buenísima noticia la llegada de este “Death Throes” de Otus, proyecto en solitario de Juan Domínguez, guitarrista y cantante de Aathma. Si bien nos tenía acostumbrados a oírle en su faceta más metalizada, en este proyecto nos muestra un dark folk muy intimista y cuidado hasta el detalle.

En “Death Throes” se hace protagonista la personalísima forma de tratar las voces de Juan, que junto con una guitarra y un sintetizador ha sido capaz de crear un universo en el que sumergirse de cabeza. Los temas están envueltos en un aura que te agarra en “Your Kingdom’s Gone” y no te suelta hasta el final de “Sunlight”. Y es que no se limitan a una sucesión de acordes acompañados por una voz. A medida que uno escucha el disco, se da cuenta de que se trata de una ventana al gran mundo interior que una persona lleva dentro, y esto, pone el vello de punta, por su belleza y por su sinceridad.

Parece mentira lo que se puede hacer con pocos medios si se tiene buen gusto a la hora de componer. Como decía antes, aquí solo oiremos guitarra, voz y sintetizador, que construirán los temas desde abajo. Crecen poco a poco hasta el clímax gracias a los sintetizadores que van añadiendo cuerpo y atmósfera a las canciones. Un verdadero acierto meterlos porque sin ellos puede que el disco hubiese quedado algo vacío, aunque no sé como hará para trasladarlo al directo.

Los momentos memorables en “Death Throes” son muchos, y aunque hay temas que me gustan más que otros, lo cierto es que cada uno tiene su por qué y un algo que anima a repetir las escuchas. En general me gustan los temas más largos, ya que creo que son los más saben explotar la música de Otus, que necesita de cierto tiempo para que uno se meta de lleno en ella y se deje llevar por sus vaivenes. En particular, los casi diez minutos que dura “Wolf’s Home” me parecen una maravilla, que, acompañados de “Your Kingdom’s Gone” e “In the Throes of Death” ya justificarían por sí solos la grabación del disco.

No se si la intención de Juan es continuar con Otus o simplemente sacar un disco con el material que tenía preparado, pero lo que está claro es que talento no falta, y que, bien con Otus o bien con Aathma, tendremos agradables sorpresas en el futuro.


Para esta edición se han aliado hasta seis sellos: Odio Sonoro, Cosmic Tentacles, La Choza de Doe, Nooirax, Lengua Armada y VZQ. Así que si queréis comprar el disco podéis poneros en contacto a través del Bandcamp o Facebook de Otus o con cualquiera de estos sellos.

miércoles, 17 de febrero de 2016

[Reseña] Órbita - Punto De No Retorno (2015)

Llevaba tiempo con ganas de hablar del nuevo disco de Órbita pero por diversos motivos no he podido sentarme a  escribir algo hasta ahora. La parte mala de esto es que la reseña llega un poco tarde. La buena es que me ha dado tiempo a escucharlo a conciencia y a disfrutar de todos sus detalles. “Punto de no retorno” llega algo más de dos años después de su maqueta “Base Tranquilidad”, para marcar, ya con todos los medios a su alcance, el camino que quieren seguir.

Lo que más curiosidad me causaba era saber si habrían mantenido la atmósfera del primer disco, que para mí es uno de sus puntos fuertes. Lo cierto es que ese aire espacial que les caracteriza sigue presente, pero con algunos cambios.  En “Punto de no retorno” todo está más pulido y se respira una atmósfera mucho más limpia. Los teclados han perdido protagonismo para dejar paso a unas guitarras que hacen que éste sea un disco mucho más luminoso que su predecesor.

Creo que Órbita han sabido mezclar con mucho gusto elementos del post-rock con otros más propios del pop. Tienen la capacidad de componer canciones que resultan muy agradables desde la primera escucha y que entran muy fácilmente. Letras, melodías… todo se te clava de tal forma que lo que más apetece es volver a escuchar el disco en bucle.

Con “Punto de no retorno” he pasado por varias fases: todas las canciones me han parecido la mejor del disco en algún momento, y creo que eso habla muy bien de estos siete temas (sin contar la intro y la outro instrumentales). Al principio pensé: “no me extraña que hayan puesto “Diagonales” y “Eclipses” como adelantos, porque entre el inicio de la primera y el estribillo de la segunda, esto es lo mejor del disco”. Luego da la sensación de que el disco se quedaría huérfano sin el combo inicial “Alfa”-“Salto al vacío” y después te fijas en los efectos de “Escapando en círculos” o en la optimista “Oro y negro” y piensas que, de quedarte con algo sería con ellas.

Las letras siguen en la línea de utilizar metáforas espaciales para definir problemas y situaciones muy terrenales. Vuelvo a recalcar el optimismo y fuerza que transmite “Oro y negro” y que tanto puede llegar a animar en ciertos momentos de rutina y cansancio.

“Punto de no retorno” es la forma que tiene Órbita de decir que las buenas críticas que se llevó su EP no fueron casuales y que se toman muy en serio su proyecto.  Ahora toca disfrutar de los temas en directo en las fechas que vayan confirmando.


Si os gusta y queréis comprar una copia podéis poneros en contacto directamente con el grupo a través de su facebook o su bandcamp o también podéis escribir a su sello Elizabeth Dane Rcs.

domingo, 5 de julio de 2015

[Reseña] Santo Rostro - II: The Bleed (2015)

Con su primer disco, Santo Rostro, aparte de sorprender a propios y extraños, también se lo pusieron muy difícil a ellos mismos. Siempre está bien debutar de una forma tan contundente como lo hicieron los jienenses, pero luego llega el segundo disco y si no se mantiene el nivel, habrá quienes digan que no fue más que un golpe de suerte. Sin embargo yo creo que con un primer trabajo tan redondo es bastante probable que la suerte ni se haya acercado a su local de ensayo. Afortunadamente, “II: The Bleed” me hace pensar que no estaba equivocado.

La verdad es que no esperaba otro disco suyo tan rápido. Su anterior trabajo aún sigue fresco y suponía que “II: The Bleed” iba a ser una mera prolongación, casi una recopilación de temas que se les habían quedado en el tintero. Pero no es así. Más bien me da la sensación de que con su debut sentaron las bases de lo que sería el grupo y en este segundo disco lo que han hecho ha sido abrir muchos caminos nuevos y explorar cada una de las posibilidades de su propuesta. El sludge de Santo Rostro ya no parece tan encorsetado y las señas personales cada vez están más presentes.

Las influencias siguen estando ahí, si. Es inevitable escuchar “Low Mind Low Sense” sin acordarte de High on Fire o poner la primera “Synod” y no pensar en la oscuridad y solemnidad de los maestros Black Sabbath. Pero en este segundo disco quedan más patentes los sonidos de su tierra. Porque “Synod” recuerda a Black Sabbath, pero también a los Orthodox más experimentales de “Sentencia” con esas guitarras iniciales, y  la relación con Electric Belt está más que patente en la bluesera “Reminder of Pain”.
En “II: The Bleed” se han polarizado y han explorado más cada una de las partes de su anatomía (toma referencia al artwork, que está diseñado, como la otra vez, por Procesonegro) haciendo que, como reza el bandcamp, lo rápido sea más rápido y lo lento, más lento. Ahí están por ejemplo las demoledoras “Hunt it Down” “On The Edge” o “Low Mind Low Sense” contraponiéndose a la pesadez de “Once Again” o “Forever the Queen”.

Me gusta que a pesar de los cambios musicales, hayan sabido mantener la atmósfera del primer disco. Puede que aquí haya jugado un papel importante que Raúl Pérez (La Mina) repita en la grabación, y espero que no pierdan esa atmósfera añeja y de misa negra que tienen.

Santo Rostro ha sabido hacerse un hueco en muy poco tiempo y están aportando discos interesantísimos  como este “II: The Bleed” que está respaldado por los sellos Odio Sonoro, Nooirax, Discos Macarras, Cosmic Tentacles y La Choza de Doe.

Si os apetece escucharlo, podéis hacerlo aquí:

viernes, 12 de junio de 2015

[Reseña] Tort - II (2015)

Como entrar en una ciénaga de cabeza. Más o menos eso es lo que se siente al poner  lo nuevo de los catalanes Tort, que con “II” han conseguido crear un ambiente viciado y malsano desde las primeras notas y acoples de “Scratching The Coffin Lid”.

Como podréis imaginar por el título, “II” es la segunda referencia de Tort que, para el que no los conozca, es un grupo formado, entre otros, por gente de Warchetype y Lords of Bukkake. En este disco, tomando como base el Sludge, la verdad es que tocan todos los palos, desde el grind hasta el black pasando por momentos más death o ramalazos punk. La cosa es arrasar con todo. Y lo consiguen, os lo aseguro. Las guitarras son auténticas murallas, distorsionadísimas y con constantes acoples. La base rítmica lo mismo se pone doom que te tritura a máxima velocidad, y la voz ultragrave de Xavier aporta, si cabe, más podredumbre al brebaje.
Todo en el disco está rodeado de un aura de malicia y es difícil no pensar que hayan podido hacer un pacto con el demonio para haber conseguido este sonido. Además las referencias al maligno son constantes a través de los samples de películas, y el diseño del libreto parece el recuerdo fotográfico de unas reuniones con intenciones muy poco puras.

En pleno meollo encontramos temas como “Horrible Procession” o “Desecrated Grave” que son densísimos, con unos ritmos de batería atropellados y que definen muy bien lo que es Tort. Incluso en el inicio de “Desecrated Grave” podemos intuir algo cercano a la melodía, aunque, no nos engañemos, un disco de Tort no se pone en busca de melodía y “II” no te la va a dar.

“When the Raven is Ravenous” seguramente sea su tema más completo, empieza con un riff muy gordo y sigue con partes aceleradísimas y otras más arrastradas. Como arrastradas también son las últimas “Cry of the Damned” y “Dead” que cierran un disco que, salvo los más valientes, el resto no estarán muy seguros de querer volver a reproducir. Y es porque aquí no hay ni un atisbo de luz. Tort son el sótano de la casa. Un sótano sin ventanas donde los sacrificios y las velas negras son los protagonistas.

Si os apetece tener el disco (cosa que os recomiendo) podéis poneros en contacto con el grupo o con cualquiera de los sellos que lo han editado, que son los que siempre están al pie del cañón para estas cosas: Odio Sonoro, Nooirax y Discos Macarras.

Para escucharlo online, lo tenéis al completo en su bandcamp:

jueves, 16 de abril de 2015

[Reseña] All These Fallen Trees - This Is Where We Are (2015)

“This is Where We Are” es el título que los post-rockeros All These Fallen Trees han elegido para su primer trabajo.  Cinco temas con un sonido muy cuidado que demuestran el buen gusto que el grupo tiene a la hora de crear atmósferas y paisajes sonoros.

Para alguien que, como yo, les sigue la pista desde el principio, el título del disco significa más que un nombre aleatorio. Llevan tiempo componiendo temas y lo evidente habría sido grabar los primeros que hicieron. Sin embargo, algunos como “I Love Hawaii But It’s Miles Away”, “Ship to Waikiki” o “God Created the Earth, We Created Heaven” han quedado fuera  para hacer hueco a otros de reciente cuño. Y eso es lo que parece que nos quieren decir: “Da igual lo que hacíamos antes, así es como somos ahora”.

Con todo esto, es evidente que las canciones que componen “This is Where We Are” suponen un cambio de rumbo en la trayectoria de All These Fallen Trees. Si bien antes construían temas más pop con la luminosidad de los últimos Alcest, las composiciones de este disco pasan por unas melodías melancólicas que sirven de base para pasajes que te sumen en un estado paz e ingravidez. Además, lo salpican todo con ramalazos de oscuridad y rabia post-hardcore (potentísimo final de “Lil’ Timmy Goes to the Dentist”) y mantienen esos rayos de luz de los que hablaba antes en cortes como “Jurassic Perch”.

“This is Where We Are” es de esos discos que, tras una primera escucha, te dejan con ganas de volver a sus melodías. Ejemplo de esto son pequeñas perlas como “Following Cresto River” que, aunque tiene una estructura simple y típica del post rock más tranquilo, consigue que la corriente del río te lleve en un viaje sereno, bonito y sin interrupciones. Otro ejemplo es “Codename Buffalo”, la joya de la corona. Comienza con Nixon y Armstrong hablando sobre unas guitarras delicadísimas que posteriormente rompen, se calman y vuelven a romper. Todo ello con un ambiente muy a lo Explosions in the Sky que le viene al pelo.

Supongo y espero que en un futuro graben el resto de temas que tienen en la recámara, porque se han dejado fuera auténticas joyas que merecen ser grabadas. Y supongo y espero, que en un futuro tomen más en serio esa vertiente hardcore que aquí se les intuye y que tan bien le queda a sus temas. De momento, este primer plato que nos ofrecen sabe muy bien. Ya estamos esperando el segundo.

miércoles, 8 de abril de 2015

[Reseña] Sierra Nevada - Refugios (2015)

A pesar del retraso en su salida por asuntos de fábrica, parece que “Refugios” es la reafirmación de la mayor premisa de Sierra Nevada: sacar tantos discos como sea posible. Este EP de cuatro temas (disponible tanto en CD como en vinilo de 7”) nos llega poco más de un año después de su anterior “El Infierno”. Estilísticamente es al que más se parece, pero si aquel decían que era pop extremo, “Refugios” muestra una progresión que poco a poco va eliminando aquello del pop y se centra en la faceta más ruidosa. Paralelamente, los que tenemos la suerte de verles con cierta frecuencia en vivo, hemos podido comprobar cómo esto se ha trasladado a los directos, que cada vez son más y más intensos.

Parece que David, Juan, Ramón y Roberto ya se tienen las medidas tomadas y que han encontrado su método para componer. No se explica de otra forma la velocidad con la que hacen canciones que, además, guardan una coherencia estilística, tanto en sonido como en letras. Porque ya sabemos que lo suyo no son los cánticos al amor, sino la denuncia y el reflejo de su rabia.

El principio y el final (como ellos dicen) de “Refugios” lo forman “No hay Infiernos” y “No hay Cielos” respectivamente. Dos canciones hermanas que comparten temática y parte de la letra. Son una reflexión en voz alta sobre sus creencias vitales, donde se muestran crudos con alguna frase que si se lee con detenimiento puede amargar a más de uno. Ese “Lo único que importa: después de esto tu y yo no volveremos a vernos” para cerrar el disco es descorazonador y pesa como una losa.

En lo musical, como he dicho antes, siguen por la senda de “El Infierno”. Baterías-apisonadora con una pegada potentísima y bajos con mucha presencia que en ocasiones toman las riendas de las melodías. Las guitarras, ora tranquilas ora atronadoras, donde quizá mejor demuestren esta dualidad sea en “Pobres de Espíritu”. Este tema además tiene un final desacompasado que me parece un  detallazo más de los que Sierra Nevada acostumbran a meter de vez en cuando y que hacen que sus discos suban puntos.

Los teclados han perdido protagonismo en este EP. Sin embargo, el trabajo de Juan brilla en las melodías vocales, con estribillos como los de “Valle de Fantasmas” que atrapan desde la primera escucha y me parecen de los mejores que ha hecho.

Casi sin dar tiempo a digerir “Refugios” ya han anunciado que tienen preparada su siguiente referencia. La verdad es que tengo curiosidad por ver el camino que tomarán. Sé que los tiempos de “Abril” no van a volver, pero me alegra saber que están en constante evolución y que además mantienen ciertos rasgos propios que hacen que les reconozcamos con medio segundo de canción.  

Vosotros sacaréis discos muy rápido, pero nosotros los escuchamos todavía más rápido y ya queremos más.

jueves, 5 de marzo de 2015

[Reseña] Electric Belt - El Blues De Los Pollos Sin Cabeza (2014)

Algo está pasando en el sur. Hacedme caso. Desde hace un tiempo no hacen más que llegar noticias agradables de esas tierras. Y no es que la considere una zona virgen. Siempre ha habido grandísimas formaciones como Orthodox o Xkrude, pero  últimamente han aparecido grupos interesantísimos como Pylar, Santo Rostro, Atavismo o el grupo que hoy nos ocupa: Electric Belt.

Quizá no sea casualidad que en sus filas cuenten con gente de dos de los grupos mencionados anteriormente como son Santo Rostro y Xkrude.  Se ve que son unos mentes inquietas porque lo que presentan en  “El Blues de los Pollos Sin Cabeza” no tiene nada que ver con sus otros proyectos. Quizá se acerque algo a Santo Rostro pero Electric Belt se alejan de los sonidos más duros y su primer disco representa un auténtico pildorazo de blues.

La fromación la componen Sebas Bautista (guitarra), Miguel Ortega (batería), Vicente Pérez (bajo) y Javyer López (voces), y pueden recordar a Muddy Waters o a Guadalupe Plata, y aquellos que, como yo, seáis de Cantabria, encontraréis  similitudes con nuestros Cuming Soon. Sonido añejo que trae a la mente una tierra de desiertos y predicadores. Todo muy sureño y sucio, bañado por el whisky y la cerveza y con olor a tabaco de liar.

Los temas que abren el disco, “Brown Cat, Grey Dog” y “Electric Belt” son junto con “Digging thath Hole” los más llamativos. Llenos de melodías pegadizas y ritmos paletos, hacen bailar hasta a los muertos. En “Beyond the Voodoo Cult” se dejan llevar y te hipnotizan y “The Headless Chickens’ Dance” es la canción que sonó el día de la boda de Cletus y Brandine Spuckler (no estuve allí pero me lo imagino).

“La Leyenda del Pollocoño” es el tema más largo y al igual que en “Beyond the Voodoo Cult” se van por las ramas dando el que es, para mí, el tema más interesante del álbum. Desarrollos que suben y bajan donde de verdad se demuestra la calidad que hay detrás a los instrumentos. Puede que parezca que no van a ningún lado pero es precisamente el camino lo que hay que disfrutar.

Editado por el propio grupo junto con Odio Sonoro y Cosmic Tentacles, “El Blues de los Pollos Sin Cabeza” es perfecto si te apetece visitar el sur de Estados Unidos y no tienes mucho dinero. Póntelo y tendrás medio viaje hecho.

martes, 10 de febrero de 2015

[Reseña] Mountain Stew - Lost (2015)

Sin duda “Lost” es uno de los discos que más ganas tenía de escuchar este año, y posiblemente sea de las personas menos indicadas para reseñarlo por aquello de la objetividad, pero aún así me apetece hacerlo. Llevo ya unas semanas escuchando el disco debut de Mountain Stew y he querido esperar un poco a hablar de él para no hacerlo “de calentada”. Es un álbum del que he visto evolucionar poco a poco las canciones y he tenido la suerte de ver su proceso de composición y grabación bien de cerca. Ha llevado su tiempo pero como se suele decir, las cosas de palacio van despacio, y en este caso, creo que ha merecido la pena esperar.

Con la sombra de un futuro incierto acechando debido a los viajes de estudios de Dave y Alberto, la idea que tenían inicialmente era grabar unos cinco temas para dejar constancia de lo que hacen. Pero al final se han liado la manta a la cabeza y once son los temas que componen “Lost”. Y parece que el grupo se encuentra con más fuerza que nunca. Además, Aser, ha sabido rápidamente adaptarse tras la salida de Jaime (el antiguo batería del grupo) y ha hecho suyas las canciones dándoles bien de pegada.

Lo primero que llama la atención es la cantidad de colaboraciones que hay repartidas por todo el disco. Mountain Stew ha querido rodearse de amigos y han contado con Goyo y Jose  (Wayne), Dani Frills y Fran (Granada Goblin), Rodrigo (Complejo de Edipo), Juan (exBrigantia) y Borja Moreno a los teclados.

Es innegable que beban de las fuentes de Mastodon, Baroness y The Sword entre otros, pero han sabido aportar su ingrediente especial y no ceñirse a ningún patrón preestablecido. “Lost” es el culto al riff. La mezcla entre los desarrollos progresivos y los ritmos directos, entre la melodía y la agresividad.

Comienza con “Dawn” de la forma más épica posible. Teclados que introducen un speech tras el cual empieza todo. Ya desde el principio se ve el constante juego de voces que hay en todo el disco entre las melódicas de Dave y las guturales de Sergio, el cual en algunas partes da verdadero miedo. A partir de aquí uno puede encontrar de todo, desde esas guitarras melódicas casi disonantes a lo Mastodon hasta riffs gordísimos como el que da inicio a “Hail”.

El tema más potente del disco es “Tusk”. Se ve en él la influencia de Adrift y es el más oscuro y metal de los once. Aquí juegan a tres voces (cada cual más bestia) y es donde Sergio más destaca, tanto por el trabajo al bajo como por los gritos. Menuda maravilla la subida en la que se van alternando él y Goyo y el final melancólico con la guitarra acústica y los ambientes de los teclados.

Después vienen “Craneum Rising”, “The Ísac Map” y “Pterodactyl Riders” que, junto con “Hail”, me parecen los temas que más representan la esencia de Mountain Stew y que menos han cambiado desde sus inicios hasta la grabación final. Para partirse el cuello. Temas gordos con los típicos puentes intrincados entre riff y riff y los más cercanos a la esencia de The Sword.



“Children of the West” es el himno. Presente desde que se gestó Mountain Stew, es un tema de más de diez minutos que poco a poco va creciendo y que desemboca en un estribillo final de los que no se olvidan (y en el que he tenido el honor de cantar, por qué no decirlo). Pero no es el único tema largo del disco, los dos siguientes, “A Knife in the Dark” y “Flight of Hellpotro” duran más de siete minutos y cierran un disco redondo y muy equilibrado.

No sé por qué camino seguirán en el futuro porque los dos últimos temas que han compuesto están en los extremos de la paleta sonora. “Tusk” es la canción más oscura y directa que han hecho y “Flight of Hellpotro” explora su vertiente progresiva. En cualquier caso, espero que en cuanto estén juntos otra vez se pongan a componer y vayan preparando el sucesor de “Lost”. Y ya más inmediatamente estaría bien verles en directo presentando el disco, aunque seguro que este verano podemos verles en algún concierto…

Mientras sale "Lost" al completo, podéis escuchar unos cuantos temas que tienen colgados en su bandcamp: http://mountainstew.bandcamp.com/ 

sábado, 31 de enero de 2015

[Reseña] REPION - La Lágrima y la Naranja

Si hubiera que destacar una banda revelación en Cantabria en 2014, a mi parecer serían sin duda Repion y su sorprendente debut: La Lágrima y la Naranja.


Sin embargo este título no lo han conseguido de la noche a la mañana, pese a la juventud de los tres integrantes de Repion, las hermanas Teresa y Marina Iñesta y Diego García y a la corta vida de la banda, ya han dado muchos pasos en la dirección del éxito. Y eso da sus frutos.

El primero y más importante es un disco debut digno de una banda consolidada y de largo recorrido, con un sonido y estilo propios, bien grabado y masterizado y con una portada impecablemente bonita. Sin duda que este proyecto les ha llevado grandes dosis de trabajo, que ha merecido la pena, pero mientras lo gestaban no se han quedado en el dique seco, sino que han salido al mundo y han ganado certámenes tan importantes como el Música Joven (que los llevó a tocar en el festival de las fiestas de verano en Santander), el Certamen Musical Interuniversitario y más recientemente la Guerra de Bandas en Logroño. Ahí es nada.

Musicalmente el disco se enclava en el espectro del rock-pop-alternativo, con un poco de cada palo. Cantado mayoritariamente en castellano y con una preciosa voz femenina, las melodías están especialmente cuidadas y pueden pasar de lo más meloso hasta casi grunge en pocos compases, haciendo la escucha muy dinámica y en ningún momento aburrida.

Desde TheMusicAll solo podemos recomendar el trabajo de este power trio, no porque sean paisanos, sino porque merecen la pena. Esperemos que Repion sigan con esta trayectoria meteórica y que podamos verlos en directo pronto.

La Lágrima y la Naranja es un disco fresco que entra en cualquier momento, alegre y melódico. Puedes escucharlo y comprarlo en el bandcamp de Repion:


miércoles, 14 de enero de 2015

[Reseña] Disgracer - Cursed Since Birth (2014)

No puedo evitar pensar que el título del primer largo de Disgracer, “Crused Since Birth” hace referencia a su, todavía, corta trayectoria como grupo. Digo esto porque aunque formaron el grupo en el 2012 y al año siguiente sacaron la demo “Worms”, no ha sido hasta el año pasado cuando han sacado su primer disco, y si algo queda claro escuchándoles es que bien podrían ser el nuevo hijo maldito de Barcelona. Quién sabe si están aquí para recoger el testigo de los desaparecidos Vidres a la Sang…

En “Cursed Since Birth” los catalanes nos presentan siete temas que no llegan ni a la media hora de duración, lo cual hace que rápidamente conozcas sus recovecos y tengas ganas de ponerlo en bucle. Lo suyo es el Thrash/Death al más puro estilo Sepultura (los primeros, los de verdad). Si bien en su demo “Worms” predominaba la faceta Thrash, o por lo menos la producción del disco estaba enfocada más hacia ese aspecto, en “Cursed Since Birth” todo suena mucho más oscuro situándoles en esta ocasión en la faceta Death. Podríamos decir que cogen la oscuridad y las voces del Death y los ritmos directos y atropellados del Thrash.

Ninguno de los miembros del grupo se centra en el virtuosismo a la hora de tocar. No digo que toquen mal, no me malinterpretéis, digo que no se dedican a hacer una cabriola detrás de otra como hacen muchos grupos de death centrados en cambiar de ritmo cada dos segundos y dejarte con el culo torcido. Disgracer se decantan por una vertiente mucho más visceral (ojito a “Walls of Suffering) en la que priman la agresividad y los ritmos rompecuellos.

Tras el doloroso parto que abre el disco en la intro “Cursed Since Birth” el cuarteto se pone las pinturas de guerra y comienza la descarga. Sólo un puñado de medios tiempos bien repartidos nos dan un poco de descanso (“Worship your God”, “Dismember your Body”) entre tanta tormenta. Los solos de aire tenebroso y afilado son una constante (“Walls of Suffering”, “Misantropic Roar”) mientras que la base rítmica barre todo lo que se cruza por su camino.


Disgracer lo tienen todo a su favor: solvencia a los instrumentos, todo el tiempo del mundo para pulir detalles y el apoyo de dos sellos como son Tupatutupa Records y Odio Sonoro para editar sus discos. Estaremos atentos a sus próximos pasos ya que son una banda emergente a tener en cuenta dentro del panorama extremo estatal.

Si queréis darles una oportunidad podéis escuchar el disco entero en su bandcamp (http://disgracer.bandcamp.com/), y si os gusta, no dudéis en poneros en contacto con Odio Sonoro o con Tupatutupa Records para haceros con una copia.

jueves, 8 de enero de 2015

[Reseña] Memest - Bastards and Liars (2014)

Tras su anterior “Lucky Dead Man” (2010), los catalanes Memest parece que vuelven con más ganas que nunca. Nos presentan “Bastards and Liars” (2014), su segundo larga duración y  como ya es costumbre en ellos, las letras decadentes y la música sucia y macarra son la tónica general del disco.

Lo primero que se puede venir a la cabeza al escuchar las primeras canciones (la homónima “Bastards and Liars” y “Hills and Abysses”), es que la mayor influencia de Memest son los veteranos Motörhead. Comienzo directo y sin florituras. Pero a medida que avanza el álbum, uno se da cuenta de que hay mucho más. De hecho, la parte central del disco deja un regusto a doom y stoner con riffs a los que los mismísimos Black Sabbath darían el visto bueno; e incluso, si apuramos, podemos encontrar partes que recuerdan al thrash más clasicote como por ejemplo en la cortante “We Love Rats”.

El disco tiene un inicio brutal. Los cuatro primeros cortes son para quitarse el sombrero. “Hills and Abysses” tiene las que para mí son las mejores melodías vocales que han hecho hasta la fecha, y eso que después viene “Black Wings”, que tampoco se queda atrás en este aspecto. En “We Love Rats” ya se desatan y  van a cuchillo. Inmediatez y suciedad.  Eso en directo tiene que ser una fiesta.


Los dos temas que vienen después son los que rompen un poco el ritmo. Son los más pantanosos y arrastrados,  y el problema que veo es que, para mi gusto, son demasiado largos. Al igual que el resto del disco, tanto “My Friends” como “One God” tienen buenas melodías, pero se me antojan muy largos y repetitivos. Seguramente,  si hubiesen sido algo más cortos o hubiesen estado más separados habrían sido mucho más efectivos.

Ya en la recta final, con “Poor People” y “The Man Who Never Cries” vuelven a aligerar el paso y cierran un disco que supone un salto muy grande en comparación con el anterior “Lucky Dead Man”. Unas mejores composiciones y un mejor sonido demuestran que Memest no son de los que se acomodan y ponen el piloto automático.

“Bastards and Liars” se pasa en un suspiro y tiene cortes que enganchan desde la primera escucha. Espero que no tarden otros cuatro años en sacar el siguiente y que sigan por la senda de temas como “Hills and Abysses” o “We Love Rats” porque es donde creo que se sienten más cómodos y muestran todo su potencial.

Si os apetece escucharlo podéis escucharlo completo en su bandcamp (http://thememest.bandcamp.com/album/bastards-and-liars)o poneros en contacto con cualquiera de los sellos que lo ha editado: Odio Sonoro, Discos Macarras, Cosmic Tentacles, Marchalenta Records y Música Híbrida.

lunes, 10 de noviembre de 2014

[Reseña] Ixelles 1050 - Criaturas de la Sexta Dimensión (2014)

Llevaban avisándolo tiempo y por fin “Criaturas de la Sexta Dimensión” ha visto la luz. Ha sido un proceso largo donde Ixelles 1050 se han dedicado a dejar constancia de sus inicios. Porque eso es lo que representa este EP. Debe ser entendido como la esencia de la que parte el grupo para posteriormente haber terminado en lo que son ahora. Dicho esto, en el disco podemos encontrar alguno de los temas más representativos y pegadizos (Ixelles sin “Criaturas de la Sexta dimensión” o “Humanoide” no serían Ixelles) que crearon en sus inicios como dúo en acústico. Estos temas se mezclan con otros más eléctricos y atmosféricos que podrían dar una idea más clara de lo que es el grupo en la actualidad.

El EP está formado por cinco temas que abarcan desde el pop más meloso y directo hasta las atmósferas más trabajadas y oscuras. En el primer grupo se encuadran las dos canciones que abren el disco “Criaturas de la Sexta Dimensión” y “Humanoide”. La primera muchísimo más directa y bailable. Single inmediato y perfecta carta de presentación para el  EP y para el grupo. La segunda bastante más ensoñadora y melancólica, pero ambas (al igual que el resto del disco) juegan con la baza de una excelente voz que coquetea consigo misma entrelazándose en coros que van y vienen, y que, aunque no sean reproducibles en directo me parece un acierto haberlo grabado de este modo. Ya lo he dicho más veces pero soy partidario de usar todos los trucos posibles a la hora de grabar un álbum. Al final todo lo que se graba es idea del grupo y el disco es lo que va a quedar ahí para siempre. Si existen herramientas es para utilizarlas, y si se graba algo, tiene que sonar bien. Ya están ahí los directos para dar la cara sin trucos.



Tras este comienzo, viene la, para mi, parte más interesante del disco. En este segundo tramo, Ixelles nos muestra su faceta más atmosférica, eléctrica y oscura. Así, “Improbabilidad Infinita (Reflexiones de una Maceta y una Ballena en Caída Libre)” tiene uno de los mejores estribillos del disco y un final que poco a poco va creciendo hasta desembocar en la siguiente “Pequeños Fragmentos de la Vida de Mr. Nadie”, el temazo del disco. Es la canción más abstracta y oscura del EP y donde lo que he dicho antes de los coros cobra mayor relevancia. De hecho, casi me atrevería a decir que son éstos los que le dan la brillantez a esta canción. Además, dan una pista de sus innegables influencias ya que tienen un regusto intensísimo a la última época de Standstill.

Para terminar han dejado la canción más elaborada de todo el EP: “El Deshielo”. Un corte que va sumando capas poco a poco y que sube hasta terminar en un clímax que cierra con candado las puertas del disco. Buena elección para terminar y buen sabor de boca que se queda al escucharlo. Además, el Kaoss Pad enriquece mucho los temas y hace que este segundo tramo del disco tenga más matices.

El sonido de “Criaturas de la Sexta Dimensión” queda marcado por esas raíces acústicas del grupo ya que a lo largo de todo el EP encontramos una base de guitarras acústicas, que, junto a la batería y el bajo le dan cuerpo al asunto y dejan que sea la guitarra eléctrica la que marque las melodías y matices junto con el anteriormente mencionado Kaoss Pad.

Por otra parte y dejando a un lado el contenido, el continente del disco merece mención aparte. La caja está hecha con dos láminas de corcho cosidas con hilo blanco y la portada y contraportada están marcadas con un sello negro. Posiblemente sea el disco más bonito que tengo y es que han demostrado un gusto exquisito en este aspecto.

¿Algún defecto? Si, como todo en esta vida. Como he dicho al principio, el principal problema que le encuentro a “Criaturas de la Sexta Dimensión” es que llega tarde. No representa lo que es el grupo en la actualidad (ahora son cinco miembros y los temas han adquirido un cariz mucho más potente) y queda como una reseña de lo que fueron los inicios del grupo.

Espero que no tarden tanto en grabar lo próximo porque tienen mucho material nuevo y alguno de sus mejores temas ha quedado fuera de este EP, que es, en resumen, la primera piedra sobre la que se construirá el futuro edificio de Ixelles 1050.

domingo, 12 de octubre de 2014

[Reseña] Gathering Darkness / Tyrants Blood - The Light Won't Save You (2014)

Cinco años después de su último trabajo vuelve Gathering Darkness y lo hace en forma de split con los canadienses Tyrants Blood. “The Light Won’t Save You” (Hecatombe Records; 2014) es el nombre de la criatura, y, como ya imaginaréis los que les conozcáis, es una nueva embestida de death metal sin lugar para la tregua.

Si bien estamos ante un disco con una producción más sucia que la de su anterior “Desolation” no podemos decir que esto sea un punto en contra. A veces es necesaria cierta fealdad en las formas, y sobre todo si lo que intentas transmitir es un mensaje de decadencia, desolación y desesperanza. Porque “The Light Wont Save You” está muy lejos de ser un disco para animarte el día. Representa la corrupción de lo puro y es la llamada de atención final a la humanidad, que grita: hasta aquí hemos llegado.

Gathering Darkness recuerdan en este split a los Decapitated del “Winds of Creation” con todo lo que esto conlleva: baterías muy técnicas que dictan constantes cambios de tempo, cuerdas que mezclan riffs realmente intrincados con otros más cadenciosos y una voz gravísima que se adhiere a la música como un instrumento más. A veces cuesta creer que esos guturales estén hechos por una persona, y no es de extrañar, por lo tanto, que Lavín sea el cantante de otros grupos tan básicos en el panorama extremo cántabro como CrisisChrist o Crystal Moors.

Como digo, van sobrados de técnica y después de tanto tiempo como grupo, saben cómo construir buenas canciones. Cinco son los temas de los que se han encargado en este split. En la primera “Decadence of the Plague” hay cambios de ritmo que no sabes ni por donde te vienen, al más puro estilo Dying Fetus. A pesar de ello puede que sea el tema con el que te quedes tras haber escuchado todo el disco. Ese comienzo que se va repitiendo a lo largo de todo el corte es brutal y podríamos decir que hasta pegadizo. “Riding the Horse of Selfdestruction” tiene alguna de las partes más pesadas del disco, y “Through the Oceans of Misery” tiene un estilo más entrecortado y algunas partes más propias del “core”. Evidentemente, lo que digo son pinceladas de cada uno de los temas. No se puede generalizar a la hora de hablar de las canciones de un grupo de brutal death metal ya que en ellas hay mil cambios de ritmo y otros tantos riffs distintos. Y eso es lo que hace Gathering Darkness.

La segunda parte del split está formada por los cuatro temas que Tyrants Blood ha aportado a la causa. Para el que no los conozca, cabe decir que están formados por gente de Infernal Majesty y excomponentes de grupos como Blasphemy o Witches Hammer. Posiblemente debido a estos antecedentes, los temas de los canadienses, aun manteniéndose dentro del death, en algunas partes tienen un fuerte regusto thrash, como por ejemplo el comienzo de “Destroyer” o las guitarras en los solos de las siguientes  “Disowned and Defiled” y “Conjure the Watcher” que gritan como si estuvieran en manos del desaparecido Jeff Hanneman.

Creo que, en general, es un disco bastante equilibrado en el que las dos partes mantienen el nivel y una concordancia tanto musical como lírica (esto último, cada uno a su manera) que hace que “The Light Won’t Save You” sea un split coherente y regular.

Podéis escuchar “Decadence of the Plague” en el siguiente enlace al bandcamp de Gathering Darkness:

martes, 7 de octubre de 2014

[Reseña] Teething - Ralph (2014)

Con ese sonido crujiente y gordísimo que les caracteriza, Teething se han sacado de la manga un nuevo 7”: “Ralph”. Consta de cuatro temas y unos siete minutos de duración en total. ¿Hace falta más para cumplir su objetivo? Pues no. Te cogen y te destrozan en menos tiempo del que te tomas un café.

Sigo pensando que tienen una proyección infinita y que si siguen a este ritmo van a convertirse en unos de los grandes, y me refiero a fuera de España, porque aquí ya lo son.
En directo tampoco son unos primerizos. Vienen de una gira europea (la segunda, creo), y barriendo para casa, tengo que decir que el concierto que dieron en el Infest fue brutal.

Como viene siendo costumbre en ellos, con “Ralph” nos traen su grind-crust en otra pequeña dosis (el siguente un larga duracion, venga) y aunque el EP suena puramente a Teething, en algún tema como “We Were Friends” les veo la inevitable influencia de sus paisanos Looking for an Answer. Por cierto, la letra es para enmarcar.
“White Cross Inversion” es el tema más largo y la mejor forma de empezar ya que tiene un poco de todo lo que es Teething: desde blast beats aceleradísimos a medios tiempos machacones, y todo ello aderezado con gritos que podría haber firmado el mismísimo Satanás.

Pero el atractivo especial de su música es el groove y en “Ralph” lo hay a patadas. Es grind engorilador, no de este que te da sueño a la segunda canción. Entran ganas de romper cosas y creo que ahí está la clave y el por qué de que cada vez que saquen disco, inevitablemente nos quedemos con ganas de mucho más.

Otra costumbre de los madrileños es la de editar sus discos en varios sellos. Esta vez la lista es impresionante: Neolithic Productions, Dingleberry Records, Tu Pa Tu Tu Pa Records, Odio Sonoro, Nooirax Producciones, Fuck The Police Records, Mono Canibal, Hecatombe Records y Discos Macarras. Si queréis una copia no tenéis más que poneros en contacto con cualquiera de ellos. De momento, por si os apetece escucharlo, podéis hacerlo en este enlace a su bandcamp, pero cuidado, que estos si que muerden.

domingo, 5 de octubre de 2014

[Reseña] Horn of the Rhino - Summoning Deliverance (2014)

Disco tras disco Horn of the Rhino no hacen más que demostrar por qué son uno de los grupos de metal más potentes que tenemos en España. “Summoning Deliverance” (Doomentia Records, 2014) se arrastra entre el doom pantanoso de “Weight of Coronation” (2010) y la faceta más extrema de su anterior “Grengus” (2012).

Por dar alguna referencia, Horn of the Rhino suenan a lo que sonarían High on Fire si Matt Pike supiese cantar como Chris Cornell, y este “Summoning Deliverance” es el ejemplo perfecto de esta mezcla.

Desde el inicio con “Exvenhstench” los bilbaínos ya dejan claro cómo se las gastan. El disco podría ser perfectamente la banda sonora del descenso a los infiernos. Está en todo momento embebido por la oscuridad, la solemnidad y muchísima rabia. Suenan rotundos y saben que con la voz de Javier Gálvez pueden hacer lo que quieran. La base rítmica es inquebrantable y son de los que huyen de poner el piloto automático: tan pronto te arrollan (“High Priest”, “Builder of Carrion Effigies”) como te ponen a caminar sobre arenas movedizas (“Onward Through Domination”).


Además, en “Summoning Deliverance” han sabido poner la nota de color introduciendo nuevos instrumentos (de viento y cuerda) como en la anteriormente mencionada “Onward Through Domination” o la preciosa “Deliverance Prayer”, donde encontramos un remanso de tranquilidad en medio de tanta destrucción. Precisamente en este último tema es donde Javier mejor demuestra de lo que es capaz, y es que es el corte que más se parece a las canciones del “Weight of Coronation”, donde dejó patente su solvencia al micrófono: “Sovereign” es increible y “Deliverance Prayer” va por ese mismo camino.

Lo mejor de todo es que después de haberles visto tres veces en directo, puedo asegurar que no fallan nunca, y que si tenéis la oportunidad de verles vais a poder disfrutar de sus canciones en otra dimensión. Os van a vibrar hasta los cataplines. El 17 de enero vienen por Santander. Marcad la fecha en el calendario.

lunes, 15 de septiembre de 2014

[Reseña] LCH - Inverno (2014)

No esperaba, cuando lo puse por primera vez, que “Inverno” fuese a atraparme como lo ha hecho.  No deja de ser paradójico que un disco con semejante título salga en pleno verano, pero es que su nombre nada tiene que ver con las estaciones meteorológicas, podemos interpretarlo más bien como un canto al desencanto.  Y es que LCH han facturado un disco crudo, sincero y bastante gris.

Ha sido grabado y mezclado por Fernando Macaya en los estudios Moon River y masterizado en Nexus101 (Madrid) y supone, respecto a su anterior trabajo (Ingravidez, 2012) un claro refinamiento y evolución en el sonido del grupo.  Tienen más claro cómo quieren sonar y han conseguido desmarcarse del garaje y los sonidos más ásperos para situarse en un espectro sonoro que, creo, les queda mucho mejor.

“Inverno” comienza con la que es, para mí, la joya de la corona: “Android.es”. Una base musical etérea y misteriosa sobre la que se articula una letra desgarradora, con frases tan contundentes como “Cada beso que no des, recuerda que algún día no estaré”. Seis minutos de temazo que ya te dejan entregado para el resto del disco.

Pero claro, “Inverno” no se limita a un tema resultón. “Humo Negro” nos da otra bofetada de amargura y nos habla, en su letra, de mañanas grises, con unas melodías vocales y una instrumentación que las hacen aún más grises. “Abstracción Temporal” es una buena muestra de que en LCH no conocen medias tintas. Leed la letra y lo entenderéis.
En la cuasi instrumental “Inverno” nos muestran, sin embargo, un claro entre las nubes, con el tema más optimista de todo el disco. Recuerda a Dinosaur Jr y se agradece el descanso antes de afrontar la recta final.

“Inverno” es la fotografía de aquel que sale por la noche, rodeado de gente que ríe y se lo pasa bien y él, por más que lo intenta, es incapaz. El humo negro le persigue y no ve la manera de deshacerse de él.
Quizá me he montado una película que nada tiene que ver con la realidad, pero la verdad es que no me importa. Supongo que en eso consiste la música, en evocar imágenes y sentimientos que, para cada uno serán de una forma distinta. Y eso es lo que me gusta de este disco. LCH han conseguido que me imagine mi propia historia y que la disfrute mucho.
Pues sí, a mi también se me pone dura el alma escuchando “Inverno”. Recomiendo el viaje.

martes, 27 de mayo de 2014

[Reseña] Burning Cuchillo - El Fracaso De La Voluntad (2014)

Si hay un grupo mítico en Santander esos son Burning Cuchillo. Representantes de lo denso y de las atmósferas opresivas, han tardado nueve años en dar continuidad a ese primer disco homónimo que algunos pensábamos, acabaría siendo el único. Afortunadamente no ha sido así y nos lo hacen saber con un grito bien alto y claro: El Fracaso de la Voluntad.

Si nueve años os parecen mucho, no os preocupéis, no les ha dado tiempo a quedarse oxidados. Embarcados en varios proyectos paralelos (CrisisChrist, Medussa), se nota que han estado activos y que la maquinaria está engrasada y lista para funcionar.

Ya el título puede dar una idea de la temática. La rabia y desesperación pueblan sus letras y la música se arrastra al son. Imaginad un paisaje idílico que, de la noche a la mañana,  se transforma en una estampa gris con árboles muertos y ríos contaminados. Eso es El Fracaso de la Voluntad. Siete cortes oscuros y densos que van en la onda de unos Fall of Efrafa con muchas ganas de escupir la angustia y la decepción que guardan.
Es Crust, pero también Hardcore y Metal. Es la rabia de aquel que  grita con la voz rota de alguien que ya no puede gritar más, que protesta y que ve cómo se va todo al garete sin poder hacer nada para remediarlo.

“Nuestra Prisión” da fe del muro de sonido que son capaces de crear y del cuidado que han puesto en que todo suene lo gordo que  tiene que sonar (y el final con el parón es finalazo). “Esclavos De Una Idea”, por su parte, regala melodías decadentes y ritmos que cabalgan aplastando todo lo que pillan a su paso. Por supuesto no podían faltar las intros en temas como “El Infierno Son Los Otros” o “El Ego”. En grupos como Burning Cuchillo esas intros tienen que estar si o si.

Ya que menciono a “El Infierno Son Los Otros”, diré que es mi tema favorito. Me gustan esos desarrollos acompañados de guitarras limpias y la manera en la que sube hasta romper y dar paso a una segunda parte más acelerada que no deja títere con cabeza.

Después de esta masacre, espero que no tarden otros diez años en sacar el próximo disco, porque, si un problema le encuentro a “El Fracaso De La Voluntad”  es lo corto que se hace. Así que sólo me queda decir: Más.
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