El viernes pudimos asistir al que sin duda haya sido el evento más ochentero de Santander de lo que llevamos de década, un festival pensado para el disfrute de todo aquel nostálgico de la (en mi opinión) década dorada de la música. Un montón de gente, un ambientazo puramente ochentero y sobre todo, muy buen rollo, todo un acierto de festival a cargo de los chicos de Escenario Santander!
Abrieron fuego los Lupers y no defraudaron. Los astros se habían alineado esta vez, porque por fin los pudimos ver, ya que las veces anteriores que tocaban no nos pudimos acercar. El resultado fue una escopeta de punk disparando a bocajarro, no nos extraña que sean una de las bandas emergentes de las que más se habla en estos momentos. Con canciones de sus 2 primeros discos (http://lupers.bandcamp.com/) muy macarras, sin que faltase el Niño Mongolo, estas dos chavalas y cuatro chavales se metieron al público en el bolsillo.
Tras un breve tiempo de cambio en el que sonaron temas ochenteros y hubo videos de época, Melopienso (actuales LSDoctors) asaltaron el escenario. Si hubo en Cantabria un grupo importante a finales de los 80 y principios de los 90 fue el germen de los actuales Melopienso: Melopea. Con canciones clásicas renovadas con una vuelta de tuerca muy punk y canciones modernas que llevan camino de convertirse en himno (me gustan las olas grandes...) hicieron botar a todo el mundo, sin excepción. Sus canciones, muy pegadizas, las recordaba muy bien mucha de la gente que estaba allí reunida (premio especial al caballero que se llevó un vinilo original de Melopea para que se lo firmara Jose Pellón). Sin duda una de las bandas más recomendables de ver en directo de Cantabria.
Después de much espera, con premios viejunos (VHS y cassettes) a la gente disfrazada aterrizaron en el escenario Los Toreros Muertos. El concierto fue único, todo lo que te puedes esperar de el a priori. Pablo Carbonell histriónico a más no poder y el resto de la banda (muy buenos, por cierto) siempre por detrás, pero sin perder ni un ápice de protagonismo. Comenzaron y terminaron con su mítica prueba de sonido. A modo de anécdota, empezó sonando afinada en los bises, así que no hubo más remedio que pararla y volverla a empezar... La gente estuvo muy implicada, el ambiente inmejorable, hubo personas que se subieron a los toreros (las mamás con bigote, los zombies de Thriller y una de las cantantes de Lupers) e incluso le pasaron a Pablo complementos que se fue probando, como una montera o un gorrito de globos. Nos hicieron esperar bastante para escuchar Mi Agüita Amarilla, hasta la recta final del concierto pese a que en el set list estaba la quinta, sin embargo mereció la pena: fue el despiporre padre.
La siguiente edición... aparentemente Los Refrescos el 28 de diciembre de 2013!
