martes, 24 de enero de 2012
[Agenda] Pink Tones en Santander


domingo, 24 de abril de 2011
Descarga SuperPsychedelicScoobyAlidoso el disco de Crayolaser


domingo, 24 de octubre de 2010
[Discamen] The Flaming Lips - Yoshimi Battles the Pink Robots (2002)
Como no, antes de nada busqué cual era a grandes rasgos su mejor disco, y todo el mundo coincidía en que tanto "The Soft Bulletin" como "Yoshimi Battles the Pink Robots" son sus dos obras clave, así que me decanté por el segundo, ya que siendo sincero, es difícil resistirse a la idea de que una japonesa se pegue con robots rosas, y no me arrepiento, puesto que he descubierto un autentico discazo.

El disco del que os voy ha hablar sale en 2002, y es el décimo trabajo de la banda de Oklahoma, del que nadie se pone de acuerdo en su significado; ya que hay teorías desde que Yoshimi está basado en un fan del grupo que superó un cáncer y escribió al grupo, o que es una referencia a la integrante de Boredoms/OOIOO Yoshimi P-We que colabora en el disco; pero la más común (aún más que la versión de el propio Wayne Coyne) es que el disco se divide en dos partes, la primera hasta Yoshimi Battles the Pink Robots Pt.2 y la segunda el resto del disco; esta es la versión que a mí mas me cuadra ya que la primera parte se centra en la historia que nombra el disco y la segunda temas más introspectivos.

El disco empieza con "Fight Test", que presenta lo que a ser el resto del disco, melodías acústicas mezcladas con efectos electrónicos, la voz de Coyne bastante tranquila y la sensación de que todas las canciones se dejan escuchar con mucha facilidad, dando todas una sensación alegre mientras hablan de temas tristes y desgarradores.
La cosa sigue con "One More Robot/Sympathy 3000-21" y las dos partes de "Yoshimi Battles the Pink Robots", que nos cuenta como la unidad 3000-21 lucha contra Yoshimi y se enamora de ella; siendo para mí la mejor la segunda parte de Yoshimi contra el robot amoroso, ya que mientras los otros dos son dos temas más melódicos y relajados, esta es la más salvaje del disco, en la que les da el locurón y se aceleran por completo, enlazando de maravilla con "In the Morning of the Magicians=20" (en serio, ¿porque estos títulos?) que es una canción dominada de principio a fin por una línea de bajo tranquila y con clase; con una parte final en la que todos los instrumentos se mezclan dando una sensación que ya no te abandona en el resto del disco.
Esa sensación es precisamente lo que me gustó de este disco desde el principio, que aunque las canciones puedan seguir la misma pauta de ser calmadas y suaves, el disco te envuelve como en "Are You a Hypnotist??" o "It's Summertime", que esta dedicada a las hermanas de un fan del grupo, se dice que se llamaba Yoshimi, que las intenta dar ánimos tras la muerte de su hermano.
Después llega "Do You Realize??" el single del disco y la más conocida, que es una canción que lleva un paso más allá lo que llevan haciendo todo el disco, pero que suena como si ya la conocieses de siempre.
El disco cierra con "All We Have Is Now" y "Approaching Pavonis Mons by Balloon (Utopia Planitia)", en serio, tengo que repetirlo: ¿quién decidió los títulos?; que ponen fin a un disco para mi gusto enorme, no es un disco de cera, se siente, pero también los durezas tenemos corazoncito y podemos escuchar cosas así y luego volver a poner el Kill 'Em All.


domingo, 10 de octubre de 2010
[Crónica] Medina Azahara @ Liencres (09/10/2010)


viernes, 23 de julio de 2010
[Reseña] Tame Impala - Innerspeaker (2010)
Resulta complicado escribir la reseña de un disco que te ha entusiasmado, intentando transmitir todas tus impresiones sin resultar cargante para quien te va a leer. Más aun cuando el estilo del grupo se nutre en gran parte de grandes tótems musicales de los 60 y 70, que con sólo nombrarles condicionan excesivamente la escucha. Como no quiero que eso suceda, prefiero dejar como piedra de toque dos de las primeras grabaciones casi maqueteras del grupo, ésta y ésta, facturadas en 2008. Ya veis por donde van los tiros ¿no?, sólo falta la producción adecuada para profundizar en la personalidad de los chavales y el discazo está cantado. A nadie le sorprenderá que Tame Impala vengan de Perth, Australia, ya que en los últimos años éste enorme país no deja de exportar grupos empeñados en recordarnos los años dorados del rock, así que el rock más psicodélico no podía faltar en éste revival.

Apenas han transcurrido 30 segundos de ‘It's Not Meant To Be’, el tema inicial, y ya entiendo el porqué de llamar al álbum “Innerspeaker”. Me viene una sensación placentera e inquietante al mismo tiempo. No se trata de estar escuchando una buena canción, es algo más, como si esa música ya estuviera dentro de mi desde hace tiempo, esperando a que alguien la compusiera. O como si fuera uno de mis discos favoritos antes de estar grabado. Algo inexplicable, una gozada. La sensación se repite durante todo el disco superando todas mis expectativas: los ecos, la percusión seca e hipnótica, el bajo aportando melodía y tridimensionalidad al conjunto, sintetizadores… todo encajado a la perfección: sonando a clásico sin ser un calco de nadie, sonando a nuevo sin dejar de recordar a los clásicos.
Puede que tengáis un deja vú escuchando ‘Desire Be Desire Go’ o ‘Lucidity’, y es que la voz de Kevin Parker (guitarra y voces) por momentos nos recuerda inevitablemente a Lennon. ‘Alter Ego’ es un temazo de esos que desearías que no se acaben, una espiral de sonido que te arrastra con el ritmo de la batería. Con ‘Solitude is Bliss’, el tema escogido como single de presentación, la banda nos presenta una vez más sus credenciales, que ellos mismos definen como “psychedelic groove rock”.
A partir de la instrumental ‘Jeremy's Storm’ llega la parte más rockera de “Innerspeaker”, acompañando las melodías psicodélicas con buenos riffs guitarreros y una percusión más potente. ‘Expectation’ comienza suave para acabar encrudeciéndose, anticipando la traca final. Reconozco mi debilidad por los discos con una buena intro y con un final por todo lo alto, y aquí ambos me parecen de matrícula. ‘Bold Arrow of Time’ me quiere sonar a Syd Barrett tocando un blues con Led Zeppelin que se les acaba yendo de las manos para acabar casi haciendo stoner (¡toma traca!, linchadme por semejante blasfemia). Un inesperado interludio nos anticipa ‘Runway, Houses, City, Clouds’, que tras muchísimas escuchas se ha convertido en mi favorita del disco y con la que se me agotan los calificativos. En siete minutos hacen una transición magistral de la intensidad a la calma más absoluta. La última pista, ‘I Don't Reall Mind’, nos despide con otra atmósfera sesentera adornada por unos oportunos efectos de sintetizador.
Mucho tiene que cambiar el panorama para que "Innerspeaker" no sea mi disco favorito del año.

