lunes, 27 de octubre de 2014

[Fotocrónica] Mongoberfest Santander 2014

Viernes por la noche, el festival más mongolo de la temporada, Faltos de Riego, Juako Malavirgen, Los Gandules y El Reno Renardo sobre el escenario. Ahí es nada. Comenzamos.



Abrieron fuego los paisanos de Faltos de Riego, con los que tenía una deuda pendiente desde que me perdí su actuación en el Azero's 7. Llegaron desatados, con el cantante vestido de plátano y una tranca de aquí a ahí alante, y no pararon de saltar y movilizar al público hasta el final. Entre sus canciones más conocidas sonaron Las Pajas o Centro Comercial, e incluso subieron al cantante de Poetas de Botella para hacer una colaboración. Además hubo otras novedades, como un nuevo segundo (hermano del otro) que tiene una guitarra-play station 1. Como cierre de fiesta, y en un arranque de buen gusto, nos ofrecieron el himno del PP en versión bakalao. Los Faltos de Riego firmaron un comienzo de noche apoteósico.


Tras ellos, y mientras cambiaban el backline para Los Gandules salió a entretenernos Juako Malavirgen, el primero de los maños que iban a pasar por el escenario. Ciertamente me pareció una gran elección la de amenizar los periodos muertos, gran punto a favor de la organización (Los Amanece). La cuestión es que Juako es un cantautor heavy-friki, que tiene más paciencia que un tío normal enamorado de una fan de Crepúsculo, y es que le tocó lidiar con graciosillos en primera fila. Pero al final la música prevaleció, con sus canciones de las albóndigas de su madre y contra los autobuseros cabrones. Con él pasamos un buen rato y echamos buenas risas. Por cierto, no dejo de pensar en Nólotil, hijo de Térmalgin.


Luego salieron Los Gandules. Nunca había visto más que un par de vídeos suyos, así que he de reconocer que tras este concepto he tenido que revisar mi definición de bizarro. Desde el minuto uno, en que estos otros dos maños salieron con un traje de aislamiento anti-ébola (o casi), el concierto transcurrió de WTF en WTF. Tras su apoteósico comienzo no decayeron, pese a salir en bata (aunque no en batamanta) y tirarse en su sofá para proseguir el concierto. Su repertorio está lleno de temas de los de siempre, de los que le suenan a todo el mundo, pero con letras jocosas. Y entre tema y tema, tiempo para chistes, para recrearse en lo facha que es Santander y en lo sosos que somos como público. No faltó tampoco el tema recursivo de la noche, el pequeño Nicolás, que como es VIP andaba pululando tras el escenario. El concierto se me hizo muy corto, como ellos mismos decían, sólo tenían hasta y cuarto, y como no podía ser de otra manera cerraron con La Década Apestosa (con algún problema técnico-cogorza de por medio).


Finalmente llegaron El Reno Renardo (que rima con estantería), con más metal que un plato de lentejas, el plato fuerte de la noche, más que una ración de cocido montañés. Primero saltaron al escenario los esbirro-renos armados con sus cámaras GoPro para retratar al numeroso público asistente. Tras ellos aparecieron el cuarteto de ases. Fue muy curioso ver cómo el cantante llevaba las letras en un iPad, por lo que no hubo pocas miradas furtivas hacia abajo. El pastel se lo destaparon Los Gandules cuando los invitaron a subir y cantar una canción junto con Juanko y el cantante de Faltos, que de paso aprovechó a hacer un poco de crowdsurfing. Durante el concierto sonaron yo creo que todas las canciones que esperábamos escuchar, desde Ctrl+Alt+Supr, El Bogavante, Tu hamster, Fiesta Palangana, Enterradme en Media Markt, Mi Casa u Orcos de Mordor. Tampoco pudieron faltar Camino Moria y su himno, con que cerraron la noche: Crecí en los Ochenta.



En resumen, mucho público, buen ambiente y una excelente organización, todo un éxito el Mongoberfest!

Todas las fotos aquí



Estad atentos el resto de la semana, puede haber sorpresas...

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