Hace ya tres años que Vetusta Morla dió el pelotazo con
“Mapas” y desde entonces no han parado de trabajar. Entre giras (dentro y fuera
de España) y proyectos como la banda sonora para el videojuego “Los Ríos de
Alice” han tenido la agenda más que ocupada. Pero ha llegado el momento de la
verdad. A los madrileños les toca poner las cartas sobre la mesa y dar razones
para que su trayectoria siga siendo tan abrumadoramente ascendente como lo ha
estado siendo hasta ahora. El as que guardaban en la manga se llama “La Deriva”
(editado, al igual que sus otros discos, por su propio sello “Pequeño Salto
Mortal”), pero, ¿han conseguido el objetivo? Pues no lo se. Podría resumir lo
que pienso en una frase: ni sorpresa ni decepción.
Vetusta Morla son un grupo que actualmente se encuentran en
una situación de privilegio. Pueden permitirse tirar por cualquier camino, que,
casi con toda seguridad, sus seguidores van a aceptarlo y sus conciertos se van
a llenar hasta la bandera. Sin embargo, han optado por una senda continuista en
la que el riesgo es mínimo, pero también lo es la novedad.
Diciendo esto parece que “La Deriva” es un calco de “Mapas”
y no es verdad. El nuevo disco es menos ambiental y delicado y tiene unas letras más
claras encaminadas a la protesta social y política. Pero aún así, temas como
“Golpe Maestro” o “La Mosca en tu Pared” podrían estar en “Mapas” sin ningún
problema.
Por otra parte, parece que el sexteto le ha cogido el gusto
a sacar discos de doce canciones, y que es algo más autoimpuesto que natural.
Ya me pasó en “Mapas” y me vuelve a pasar en “La Deriva” (no tanto en “Un Día
en el Mundo) y es que todo lo interesante se concentra en la primera mitad,
siendo la segunda un tramo mucho menos lúcido y de mayor pereza compositiva.
Leyendo lo que he puesto da la sensación de que todo es malo
y no es así. Eso resumiría la parte del “no sorprende”, pero todavía queda la
del “no decepciona”. Y es que es muy fácil buscar los fallos de un grupo tan
expuesto como Vetusta Morla y no reconocer sus méritos. En “La Deriva” han
incluido alguna de las mejores canciones que han hecho hasta ahora. Temas como “La
Mosca en tu Pared” o “Fuego” se pueden mirar cara a cara con sus clásicos, y me
refiero a “Copenhague” y a “La Cuadratura del Círculo” por ejemplo. Son temas
redondos y “Fuego”, par mi, el mejor del disco. Además, han potenciado esa base
rítmica que a mi tanto me gusta y que tan efectista es en directo. Les da un
toque a Standstill que a nadie viene mal y les diferencia de grupos con una
estructura más ortodoxa.
Sería injusto si no reconociese los pequeños toques de originalidad
que salpican el disco, donde destacan la instrumentación de “Tour de Francia” y
“Una Sonata Fantasma”. Un final de disco más que digno, que va creciendo poco a
poco hasta que eclosiona con instrumentos de viento incluidos.
No he mencionado ni a “Golpe Maestro” ni a “La Deriva” porque
llevan tiempo disponibles para escuchar y poca novedad puedo aportar sobre
ellos. Me han gustado y me parecen los más adecuados como singles. “Golpe
Maestro” entra a la primera y “La Deriva” necesita un par de escuchas más, pero
ambas forman un inicio de disco potente y una buena carta de presentación para
quien descubra a Vetusta Morla con este álbum.
Habrá que esperar un
tiempo para ver la respuesta del público y para ver si los conciertos se llenan
como lo han estado haciendo hasta ahora, aunque no me cabe la menor duda de que
así será. De momento son imparables y “La Deriva” es una buena continuación a
su carrera, aunque a nadie le conviene acomodarse. A no ser que seas Slayer,
claro, entonces puedes hacer lo que quieras.
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