No se esfuerzan mucho a la hora de poner el título de sus discos: el
primero se llama “El páramo” y el segundo, “El Páramo” también… ¿Adivináis de
que grupo hablamos? Efectivamente, hoy toca hablar de El Páramo. La verdad es
que no me importa como llamen a sus discos, prefiero que sigan haciendo lo que
han estado haciendo hasta ahora, que es dedicarle todo el esfuerzo a lo
importante, la música. El resto son adornos.
Si estáis algo despistados, os diré que se trata de un grupo
de stoner/metal instrumental de Madrid que cuenta en sus filas con los dos
guitarristas de Adrift (y por ende, con uno de Toundra) y gente de Sou Edipo.
Los descubrí hace un par de años, cuando en el Takio Fest de
Torrelavega un amigo mío compró por curiosidad el primer disco y lo puso en el
coche en el viaje de vuelta a casa. Desde entonces he esperado la salida del
segundo disco. Algo que no estaba muy seguro de cuando iba a pasar ya que El
Páramo han estado aletargados (al menos de cara al público) durante años. Pero
por fin la espera ha terminado y nos han presentado un disco que tiene de todo.
Grabado en directo, como no podía ser de otra forma en un
grupo de sus características, contiene siete temas que se entrelazan sin que te
des cuenta de dónde empieza uno y termina el anterior. La psicodelia marca el
paso. Ahora se convierte en un apisonadora sin frenos y ahora te hace flotar en
una corriente de aire caliente. Todo a su voluntad, no a la tuya, así que mejor
que te dejes llevar. Impredecibles hasta el límite, hacen lo que tiene que
hacer un grupo instrumental: sorprender en cada momento, pero siempre
manteniendo una línea que le de sentido al disco.
“La Reina Del Sol” empieza como una brisa que va creciendo y
se convierte en tormenta de arena. “Ad Bellum” te hipnotiza y cuando te quieres
dar cuenta te has despertado en el lejano oeste con la genial “La Cruzada”. ¿Qué
cómo lo han hecho? Eso sólo ellos lo saben. Que más da, tú sigue el camino que
te marcan, aunque te aviso de que se pone difícil al llegar a “Aspid”. Ponte un
pañuelo en la cara porque se te va a meter la arena hasta los pulmones. Pero no
te preocupes, que dentro de poco llegarás a un “Llano Alto” donde todo se clama
y donde podrás contemplar todo el camino andado. Sin duda querrás volver al
punto de partida para volver viajar una y otra vez.
Esto suena brutal! Y la portada mola!
ResponderEliminarOtro gran descubrimiento del amigo Fran, genial!
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