Aunque me habían hablado de los conciertos del Musli nunca
había estado en ninguno de ellos, y que mejor forma de estrenarse que viendo a
dos de los grupos más prometedores de Cantabria: Órbita y The Room.
Llegamos a eso de las dos menos cuarto, con The Room en
plena faena y lo primero que me sorprendió fue la cantidad de gente que había.
Parece que la propuesta del Musli funciona muy bien; un domingo a la hora del vermouth no hay mejor
plan que ver un concierto tranquilamente.
The Room es un dúo de post rock instrumental muy ambiental,
con paisajes sonoros de lo más tranquilo
y una base rítmica intrincada que encaja como un puzle con las líneas de
guitarra. Me recuerdan a La Tumba de Nicolas Cage (anterior grupo del batería)
y la verdad es que tienen un buen puñado de canciones que darían perfectamente para hacer un EP
(guiño, guiño). Tengo que decir que no controlo muy bien sus canciones, pero
aún habiéndoles visto sólo un par de veces, alguno de sus temas ya empieza a
resultarme familiar, y es que tienen un estilo que me gusta mucho: tranquilo y
con melodías que enganchan. Perfecto para pasar media hora flotando con la
música.
Cinco minutos después estaba todo preparado para Órbita. Al
igual que a The Room, es la segunda vez que les vía en un mes (compartieron
escenario el día de la presentación de “Base Tranquilidad” de Órbita) y creo
que deberían seguir compartiendo conciertos porque la música de ambos encaja
muy bien.
Si tengo que decir a qué suenan diría que son los The
Appleseed Cast cántabros. Tienen una base instrumental a lo Explosions in the
Sky con una voz que puede recordar a la de Pucho de Vetusta Morla. Pero todo
esto no haría justicia a su sonido, ya que han sabido añadir su toque personal.
Tienen un algo que les hace sonar distinto a lo mencionado anteriormente. No sé
muy bien como describirlo pero es algo así como un toque onírico-espacial que
representa perfectamente el concepto del grupo (al menos de su EP). Es lo que
me llama la atención de ellos y de lo
que creo que se deberían sentir orgullosos, porque es muy difícil evocar con la
música imágenes tan claras como las que ellos crean. Sé que estoy un poco
espeso con las palabras, pero si alguien tiene curiosidad por comprobar lo que
digo, lo tiene tan fácil como escuchar el primer tema de “Base Tranquilidad” y
sabrá de lo que hablo.
Volviendo al concierto (que me he ido por las ramas), los de Órbita basaron su repertorio en “Base Tranquilidad” el EP que
andan presentando. Empezaron con “Buena Esperanza” y “Santa Marina” y siguieron
repasando sus temas hasta terminar con “El Claro” y un tema nuevo en el que
andan trabajando. Sonaron bien, definidos y con un volumen adecuado (tan malo
es quedarse corto como pasarse), aunque, como me comentaron, tuvieron que
contenerse un poco a la hora de hacer que las canciones rompan, porque la idea
era hacer un concierto un poco más “acústico” de lo normal.
A ver si de aquí en adelante no dejo pasar los conciertos
que se hacen en el Musli porque ha sido un descubrimiento. Me ha gustado mucho
el sitio y había buen ambiente. Repetiremos.
Fotos cedidas por Alejandro García Mazorra : http://www.flickr.com/photos/alejandrogm87/
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