El segundo día empezaba después de un sueño no tan reparador como debería haber sido.
Para cuando llegué ya estaban situados los mayores fans de KISS cubriendo la primera fila de ambos lados del escenario y como estaban tocando los ’77 me fui al escenario 2 a verlos. Solo pude disfrutar de las 4 últimas canciones, pero me aventuro a decir que esta es una banda a tener en cuenta, son jóvenes y lo hacen excepcionalmente bien. Sin duda tienen todas las papeletas para lanzarse al exterior.
Luego como no era cuestión de forzar el asunto para poder ver a Slash y los KISS desde lo más adelante posible me aboné al escenario 1 ya hasta el final. Saldo: 4ª fila en el centro, pegado a la valla de seguridad, perfecto para sacar fotos y grabar videos.
En este video de la organización se me ve, segundo 43:
Dan Baird & Homemade Sin estuvieron bastante dinámicos y divertidos, y animaron bastante a la gente. No los conocía, así que no puedo comentar su setlist.
Imelda May: qué mona va esta chica siempre con el bucle rubio en el pelo. Este fue sin duda uno de los mejores conciertos de los grupos que no fueron cabezas de cartel. La cantante estuvo brillante y muy cercana al público. A destacar sobre todo la versión de “Tainted Love” que se marcó.
Horribles The Saints, no me gusta hablar mal de los grupos, pero me parecieron muy aburridos. Sobraron totalmente, sobre todo después de ver el conciertazo anterior y el que iba después. PD: el cantante iba en pantalones de pijama.
Y por fin empezaban los platos contundentes, después de una espera de casi una hora desde que terminó el concierto anterior salían a escena Slash y Myles Kennedy, con el telón de fondo correspondiente a la portada del nuevo disco de Slash.
Se podría definir el concierto con el título del disco: Rock & Fuckin’ Roll. Os puedo comentar que este concierto duró 1 hora y 15 minutos, ya que lo grabé entero. En ese tiempo supo mezclar canciones clásicas de Guns N’ Roses, de Slash’s Snakepit, Velvet Revolver y por supuesto del disco nuevo.
Lo malo es lo que habíamos visto antes de que comenzara el concierto: al pegar los set list en el suelo había 2 manchurrones negros muy evidentes, alguna canción se había tenido que caer por temas de tiempo, la organización fue estricta en eso, los KISS obligan. Así que el tema de El Padrino y otro sin identificar no sonaron esta vez.
Sí lo hicieron: Ghost, Back From Cali, Nightrain, Rocket Queen, Dirty Little Thing, Starlight, Nothing to Say, Civil War, By the Sword, Rise Today, Slither, Sweet Child O’ Mine, Paradise City.
Aquí iba el vídeo del concierto completo, pero no he podido subirlo todavía, así que tendrá su propia entrada.
De cómo toca Slash no tengo que decir nada, lo único en que le puedo criticar es en la poca buena onda con el público (estuvo un poco serio y poco comunicativo, pero supongo que es así).
Myles Kennedy impresionante, una voz tremenda, que empezó sonando muy baja, pero que los técnicos de sonido arreglaron a las pocas canciones. Su registro vocal cubre de maravilla todas las canciones, e incluso a día de hoy su voz es mucho mejor que la de Axl.
También a destacar que Slash estaba por allí con toda la familia, su mujer y sus 2 hijos; al terminar el concierto uno de ellos con su madre salieron al borde del escenario a tirar púas a la gente.
Para finalizar la programación del escenario 1 salieron las viejas (viejísimas) glorias, los KISS. Ya desde el principio el show se antojaba un déjà vu del que dieron en el 35 Alive tour, y que pudimos ver en el Kobetasonik.
No es que cantasen las mismas canciones, el set list cambió con respecto a la vez anterior, y tampoco es que el espectáculo fuera exactamente igual, pero era muy similar en ambos casos.
Por ejemplo, fuera del tema de la sangre, de las guitarras bazooka y la tirolina para cantar en medio del público, las pantallas mostraban imágenes diferentes, pero muy sparecidas a las de la gira anterior y el espectáculo de fuego, plataformas ascendentes y luces era casi clavado.
No obstante sí que lo hicieron bien, y aunque no me dejaron el mismo buen sabor de boca que la primera vez fue muy grato escucharlos en directo de nuevo, especialmente la canción “God Gave Rock N’ Roll to You”, en la que hacían un homenaje a los padres del rock, entre ellos con imágenes de los Beatles en la gran pantalla.
Finalizó la noche viendo de lejos a los Imperial State Electric, que se marcaron algunas canciones con un colaborador y que sonaban potentísimos. Pero de nuevo el cansancio me hizo volverme a casa, para dormir 2 horillas y salir para Santander.
DÍA 3
El tercer día fue frenético, y a la vez el más relajado, si cabe. Solo pude ver este día a las 4 bandas “más importantes”, las últimas, porque volví de Santander después de mi graduación.
De hecho este día me centré en los conciertos al pleno, porque se me olvidó la cámara…
Al volver serían las 20:45, y estaba a punto de empezar Bob Dylan.
Parece ser que me había hecho muchas ilusiones con Mr Dylan, porque ciertamente me decepcionó lo que al final fue su concierto. Fue como un recital, no como un concierto, la música era de calidad, una banda a sus espaldas que rellenaban los huecos muy bien, y él con los teclados, la harmónica y la guitarra, pero a la hora de cantar, que era lo que yo había idealizado, muy mal. Ha perdido la voz y la que le queda está muy cascada, de hecho creo que no llegó a cantar en ningún momento.
Otra pena es que no cantó “Knocking on Heaven’s Door”, pero bueno, al final terminó con “Like a Rolling Stone”, en la que dejó a la gente que cantara el famoso estribillo, que solo esbozó justo al final.
Un concierto aburrido, para ver una vez (solo) en la vida.
Después vino Chris Isaak. Este tipo salió con otra actitud al escenario, mucho más simpático, y fue totalmente lo opuesto al anterior: una voz tremenda y muy buen rollo con el público. Para ese momento ya había empezado a llover, pero fuera de enturbiar el asunto solo consiguió hacerlo más mágico, haciendo que Chris saliese a cantar por el pasillo central entre el público y bajo la lluvia (bueno, bajo un paraguas de un colaborador...).
Por supuesto tocó "Wicked Game", que en directo emociona, y "Blue Hotel". Ese día seguro que fue especial para él, ya que era su cumpleaños, sin embargo no hubo un momento en que el público le cantara el cumpleaños feliz, eso habría ya hecho que el concierto mereciese un 10.
Chris llevaba una guitarra que en su parte trasera tenía unos vinilos que formaban las palabras "Thank You", y que creo recordar que no usó (¿esperaba que le cantaramos por su cumpleaños para usarlo?).
Luego subieron al escenario The Hives, y fue un cambio radical de estilo y actitud. Son un huracán, unos chicos malos vestidos de marineros que no paran quietos y que hacen un garage punk que te anima.
Para ese momento ya había dejado de llover, lo cual permitió al cantante estar la mitad del concierto paseandose (más bien corriendo) de un lado a otro por el foso, buscando el contacto con los fans. Para los de seguridad esto fue un gran quebradero de cabeza, ya que todos querían tocarlo, lo que hizo que sacasen a más de 10 personas por mal comportamiento.
Finalmente cerraron la noche Bad Religion, en un concierto que se cambió del escenario 2 (cubierto) al 1, supongo que para evitar aglomeraciones entre aquellos que se cobijaban en la carpa y quienes querían ver de verdad a este grupo. De hecho la decisión la tomaron antes de que dejase de llover, pero fue totalmente lógica, incluso si no hubiera estado lloviendo, ya que The Hives no llevaban un escenario propio que costaba desmontar, y el cambio se podía hacer rápido (no como el día pasado, con los KISS, que pese allevar sus propios montadores y todo calculado al milímetro se tardaba lo suyo).
Era poco lo que había escuchado de ellos, pero me había gustado. Pero en concierto no fue igual, llevan 30 años encima del escenario y en este caso se notaba mucho, ya que por ejemplo el cantante parecía que arrastrara el culo por el escenario, le vi con poco espíritu y el concierto me pareció un poco rollo, pero aún así me quedé a verlo entero.
Por cierto, este fue el día de los flyers, repartían por doquier panfletos del In Festival y del Turborock.
Recapitulando, este festival de 3 días se consolida como uno de los más importantes a nivel nacional en el estilo de rock n' roll y derivados, desde el rockabilly suave hasta el hard-rock y llegando incluso al metal. Por setenta y pico euros que costaba el pase en enero pude ver una catarpada de grupos, con un gran espectáculo y gente mítica que tienes que ver al menos una vez en la vida, si estás en este mundillo.
Todas las demás fotos aquí.
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