Mil años hacía que no bajaba a Torre a algún concierto, pero la ocasión de ver a Granada Goblin y a Orion Saiph compartiendo escenario no se podía dejar pasar por alto.
La afluencia no fue masiva, pero 30 personas estuvimos a nuestras anchas en la planta baja de la Sala Arena, ahora con escenario mejorado, pero con la pésima luz de siempre. Abrieron fuego los redneck de Cantabria, Granada Goblin. Sus canciones ya nos tienen ganados, con personajes entrañables, como Francisco Pizarro, Jesucristo Yeti o el Mega Critter. Si a esto sumamos sondas anales, piscifilia y excomuniones, tenemos los ingredientes de unas buenas risas. El único "pero" que poner al concierto fueron los fallos técnicos finales, que nos dejaron con la miel en los labios, a punto de escuchar una nueva canción. Para la próxima.
Y para cerrar unos Orion Saiph, a los que creo que sólo había visto una o dos veces anteriormente, si no me equivoco. Musicalmente este grupo es de lo mejor que hay en Cantabria, la crème de la crème. En directo, pese a que ellos no se mueven mucho, su música es un gozor continuo con cambios de ritmo y líneas guitarriles increíbles. El resto de la banda tampoco se queda atrás, y quizá lo que menos me gustó en su día, la voz, progresa adecuadamente y se afianza cada vez más. Como cohetes V2 cayeron sobre la Arena "Pain, Grief and Sorrow", "Final Spring", "Serotonin", "Distant Sun", "The Bride", "Frozen" y la nueva, "The Hunter's Fall".
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