El viernes fue el día que tanto tiempo llevábamos esperando, por fin tocaba ver a Sôber por nuestras tierras con su Morfologira, en la que repasaban los éxitos de Morfología (1999) y más...
El concierto fue en Escenario Santander, una de las salas con más aforo de la ciudad y que es una apuesta arriesgada en cuanto a sonido, ya que si nos remitimos a la experiencia, si no hay suficiente gente el sonido rebota en todas las paredes de hormigón. Sin embargo con Sôber la entrada estuvo bastante bien, y por lo tanto el sonido también.
Abrieron la lluviosa noche los madrileños ROMEO (http://www.facebook.com/RomeoOficial), a los que ya conocíamos de cuando en 2007 vinieron a la Heaven teloneando a Skizoo. Ellos también se acordaron de ese concierto durante la actuación (aunque dijeron que fue en 2009). Además era un día muy especial para ellos, ya que su nuevo disco Cara o Cruz que se ponía a la venta ese mismo día, por lo que por primera vez estaba disponible en la zona de merchandising.
Para quien no los conozca, extraemos su biografía: Romeo es una banda de rock formada en 2006. Joseph (voz) y Alberto
(bajo) se trasladan de su Murcia natal a Madrid, donde completan la
formación con Hom (guitarra), Toni (guitarra) y Fernando (batería). En
2008 lanzan su primer disco homónimo con el sello discográfico DFX.
Grabado en los estudios la “Sala de Máquinas” de Lorca. La producción
corre a cargo de Jorge Escobedo (Sober, Skizoo).
Hay que reconocer que la mayor parte de las ocasiones los grupos teloneros tienen la importante y a veces ingrata misión de actuar frente a un público todavía escaso y más bien parado. Sobre todo esto es aplicable en Santander, donde el público no se caracteriza por moverse mucho ni por devolver la energía que irradian los artistas. Esta fue una de esas ocasiones, pero tampoco en extremo.
El concierto comenzó con más bien poco público y como siempre, se fue llenando a medida que transcurría. Además como se había anunciado que Sôber empezaría a las 22:00, el concierto terminó con casi todo el público en la sala, pero más bien disperso.
Ya centrándonos en Romeo, lo hicieron muy bien, animando al público desde el momento en que saltaron al escenario tras una breve intro. Del concierto de 2007 solo habría conocido al bajista, que mantiene su look y sus poses características. Al cantante, que se ha cortado el pelo solo lo habría reconocido al ver su tatuaje, logo del grupo. Tras una serie de canciones que supongo que fueran de su nuevo trabajo (lo siento, no controlo su discografía), hicieron un repaso a algunos de los temas de sus anteriores discos, y lo cierto es que alguna canción sí que me sonaba, quizá de 2007.
Tras ellos era la hora de los inigualables Sôber. He de comentar antes de nada que no soy mucho del Morfología, aunque supuso un antes y un después en la carrera de Sôber, me habría gustado mucho más que hubieran venido por aquí con la gira del Superbia, su último discazo.
Como Romeo, tras una intro instrumental entraron a escena el grupo completo, y mientras los fotógrafos (éramos 2, así que puedo usar el plural) nos centrábamos en sacar fotos las 3 primeras canciones, la genta ya abarrotaba el recinto. Como comentamos antes la entrada estuvo muy bien, aunque el lleno no fue absoluto. Desde un principio los chicos estuvieron más que animados, llenos de energía, saltando de aquí para allá y con tanto movimiento ya me estaba preocupando de que no saldrían fotos sin mover. Las luces, en su mayoría rojas y azules, no ayudaron tampoco, ya que tienden a quemar las fotos sin apenas dar texturas a las superficies. Pero al final el resultado no fue tan malo como parecía a priori.
En lo musical, el sonido fue muy bueno, del pelo de cuando vinieron Saxon, mucha carne en la pista es igual pocos ecos. Y lo que es más, sonaron demoledores, aparte de bien. Abrieron poniendo toda la carne en el asador, con Prisión del Placer, Loco y Abstinencia encadenadas. Luego tras estos temas llegó el momento de saludar a la gente, y seguir con Cubos (dejándose Sigo Subiendo en el tintero, escrita y tachada del set list). De nuevo volvieron a pedir a la gente que siguiese animando, de la forma que tanto les hace enorgullecerse de sus fans, a los que dedicaron el disco de oro que habían recogido el día anterior. ¿Qué Hice Mal?, Condenado, y tras una eteeeeeeeeeeerna intro estilo pizzicato: La Duda.
Más adelante nos hablaron de los irlandeses Therapy, una gran influencia para ellos, y los primeros en ponerse una camiseta de Sober-Stoned, el bajista, para más señas, en un concierto en la Revolver de Madrid. Efectivamente tras esto tocaron Mi Perdición. Siguieron con Sí (en la que se echaron un falta los pogos en determinados momentos) y tras Caída Libre animaron a que la gente se moviese más, de nuevo. Predicador y Lluvia de Dolor completaron el primer bloque, el Morfolobloque. Otra vez se dejaron una cnción por tocar, United, su versión de los Judas.
Tras relajar un poco (pero un poco solo, no os penséis que se vinieron abajo) empezó el segundo bloque, el de temazos varios. La gente ya empezaba a soltarse y sacarlo todo con todas sus ganas. No era para menos, ya que re-empezaron con Diez Años al grito de "Esta la conocéis, ¿no? Hay que dar el resto, hay que echar el corazón". En esta segunda remesa es cuando realmente disfruté, aunque las 5 canciones que tocaron me supieron a poco. Hombre de Hielo (ese soy yo) llegó al corazón, y tras ella Arrepentido en una explosión de la gente, que la coreó como ninguna otra.
También hubo tiempo para lo nuevo, que como ya he comentado es su excelente Superbia: La Araña nos atrapó en su tela y aunque nadie quería escapar de ella lo tuvimos que hacer cuando terminó, hudiéndonos en las Sombras para finalizar una noche redonda. Este segundo bloque lo tenemos grabado en gran medida:
¿Para qué hablar de la calidad de los músicos sobre el escenario? Llevan muchos años demostrando que están ahí arriba por algo. Quizá por ver el concierto al lado de un bateras, gracias a sus comentarios me di cuenta que el de Sôber es una máquina. Además el bajo destaca mucho, cuando en otros grupos siempre está más en segundo plano. Y por supuesto los guitarras son unos virtuosos.
En breve: conciertazo de Sôber y Romeo en Escenario Santander, todo un planazo para un viernes de perros. Aparte agradecemos a Last Tour la confianza depositada en nosotros al darnos pase de prensa para cubrir el concierto como nuestros lectores os merecéis.
Como Romeo, tras una intro instrumental entraron a escena el grupo completo, y mientras los fotógrafos (éramos 2, así que puedo usar el plural) nos centrábamos en sacar fotos las 3 primeras canciones, la genta ya abarrotaba el recinto. Como comentamos antes la entrada estuvo muy bien, aunque el lleno no fue absoluto. Desde un principio los chicos estuvieron más que animados, llenos de energía, saltando de aquí para allá y con tanto movimiento ya me estaba preocupando de que no saldrían fotos sin mover. Las luces, en su mayoría rojas y azules, no ayudaron tampoco, ya que tienden a quemar las fotos sin apenas dar texturas a las superficies. Pero al final el resultado no fue tan malo como parecía a priori.
En lo musical, el sonido fue muy bueno, del pelo de cuando vinieron Saxon, mucha carne en la pista es igual pocos ecos. Y lo que es más, sonaron demoledores, aparte de bien. Abrieron poniendo toda la carne en el asador, con Prisión del Placer, Loco y Abstinencia encadenadas. Luego tras estos temas llegó el momento de saludar a la gente, y seguir con Cubos (dejándose Sigo Subiendo en el tintero, escrita y tachada del set list). De nuevo volvieron a pedir a la gente que siguiese animando, de la forma que tanto les hace enorgullecerse de sus fans, a los que dedicaron el disco de oro que habían recogido el día anterior. ¿Qué Hice Mal?, Condenado, y tras una eteeeeeeeeeeerna intro estilo pizzicato: La Duda.
Más adelante nos hablaron de los irlandeses Therapy, una gran influencia para ellos, y los primeros en ponerse una camiseta de Sober-Stoned, el bajista, para más señas, en un concierto en la Revolver de Madrid. Efectivamente tras esto tocaron Mi Perdición. Siguieron con Sí (en la que se echaron un falta los pogos en determinados momentos) y tras Caída Libre animaron a que la gente se moviese más, de nuevo. Predicador y Lluvia de Dolor completaron el primer bloque, el Morfolobloque. Otra vez se dejaron una cnción por tocar, United, su versión de los Judas.
Tras relajar un poco (pero un poco solo, no os penséis que se vinieron abajo) empezó el segundo bloque, el de temazos varios. La gente ya empezaba a soltarse y sacarlo todo con todas sus ganas. No era para menos, ya que re-empezaron con Diez Años al grito de "Esta la conocéis, ¿no? Hay que dar el resto, hay que echar el corazón". En esta segunda remesa es cuando realmente disfruté, aunque las 5 canciones que tocaron me supieron a poco. Hombre de Hielo (ese soy yo) llegó al corazón, y tras ella Arrepentido en una explosión de la gente, que la coreó como ninguna otra.
¿Para qué hablar de la calidad de los músicos sobre el escenario? Llevan muchos años demostrando que están ahí arriba por algo. Quizá por ver el concierto al lado de un bateras, gracias a sus comentarios me di cuenta que el de Sôber es una máquina. Además el bajo destaca mucho, cuando en otros grupos siempre está más en segundo plano. Y por supuesto los guitarras son unos virtuosos.
En breve: conciertazo de Sôber y Romeo en Escenario Santander, todo un planazo para un viernes de perros. Aparte agradecemos a Last Tour la confianza depositada en nosotros al darnos pase de prensa para cubrir el concierto como nuestros lectores os merecéis.
PD: que sí, que no se nos ha olvidado, en breve habrá bootleg ;-)
Todas las fotos aquí.
Phicau for president!!!
ResponderEliminarVaya fotérrimas! Meh!
ResponderEliminar