Siempre es emocionante comprobar que la escena nacional está
viva, y buena muestra de ello es la salida del álbum homónimo del grupo andaluz
Santo Rostro. En este disco debut, nos presentan ocho temas que abrazan al
sludge en su más amplia expresión, desde el doom más denso, hasta el stoner más
clásico pasando de refilón por los ritmos del punk.
Sorprende el hecho de que, a pesar de ser el primer disco
del grupo, destile profesionalidad por todas partes. Tanto el sonido del disco
(grabado en los estudios La Mina), como el artwork (a cargo de Procesonegro) o
la elección del orden de los temas (saben intercalar los temas rápidos con los
más tranquilos para no caer en la monotonía) son totalmente acertados. Se nota
que no son ningunos novatos, ya que, por lo que he podido averiguar, han
formado parte anteriormente de algún grupo como Cabeza de Caballo o Electric
Belt.
Nada más poner el disco surgen unas guitarras que recuerdan
a Mastodon, y eso siempre es algo bueno. Buen comienzo. Ese tema, “Blood Run” a
parte de ser el más largo del disco, me parece el más completo: buenas melodías
vocales, intrincados riffs de guitarra y una base rítmica que no deja títere
con cabeza.
A lo largo del álbum van dejando ver sus influencias, con
momentos más rockeros y bluseros (como por ejemplo “Cannonball”), que aportan
variedad al disco y hacen que sea más dinámico; otros en los que parecen una
apisonadora sin frenos al más puro estilo de los High on Fire del gran Matt
Pike o partes que recuerdan a los Black Sabbath más siniestros, como el inicio
de “Away in Time”.
Sin duda, otro de los puntos fuertes del disco es el trabajo
de las melodías vocales (intenta escuchar “Dog’s Disease” solo una vez, es
imposible) que junto con el timbre de voz, le da al grupo un sonido característico.
Ya en la recta final del disco, nos encontramos con la homónima “Santo Rostro”, que para mi ha sido una sorpresa, ya que no esperaba un tema instrumental, pero es, como decía antes, una buena manera de bajar el pistón un poco y hacer que el último corte, “The Bleed” suene aún más potente.
Buen comienzo de Santo Rostro. Agradará a los amantes de lo
denso y oscuro. A poco que mantengan la línea en próximas ediciones no tardarán
en hacerse un nombre tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.