Unos meses después de su anuncio por fin pudimos disfrutar del concierto que Los Suves dieron en Santander. Esta es la crónica de esa gran noche.
Desde el día anterior el mensaje era claro, había pocas entradas todavía disponibles y no se sabía cuanto podían durar, pero lo que estaba claro es que Escenario Santander estaría casi lleno. Y efectivamente, riadas de gente llenaron el recinto antes de que Los Suaves saltaran a escena.
Lo que más sorprende cuando vas a ver a Los Suaves es la gran diversidad de gente que te puedes encontrar, desde heavys de pura cepa con mil años hasta los más jovenzuelos que se está iniciando, pasando por gente cuyo atuendo te hacía volver a los 80. Pero sin duda lo más fuerte es el sentimiento de disfrute, común en todos ellos. Además, al ser la gira de los 1000 conciertos, grabaron bastante material con varias cámaras, que luego se montará en un DVD.
El concierto empezó con una gran actitud y una sarta de temazos: No Puedo Dejar el Rock, Cuando los Sueños se Van y Palabras para Julia; es en ese momento cuando te das cuenta que como son perros viejos, por mucho que no los hayas escuchado proactivamente, conoces sus canciones y encima tienen tantas que todas las que eligen son buenas.
No faltaron, dentro del primero de sus bises, otras de sus canciones estandarte, como Dulce Castigo o Dolores se Lamaba la Lola. Nos sorprendieron gratamente, porque tras despedirse volvieron a subirse al escenario para no dejarnos con las ganas de escuchar Peligrosa María, Ya nos Vamos o la que convirtieron en la canción más larga de la historia: La Noche se Muere.
Huelga decir que Los Suaves son en gran medida Yosi, y el sabor que deja el concierto es, en su mayor medida, dependiente de cómo tenga la noche el cantante. En ese caso fue una muy buena noche, mucho mejor que cuando vinieron a la Semana Grande, vocalizaba casi perfectamente en las canciones y lo vivía. Las presentaciones eran harina de otro costal, hasta la banda le cortaba empezando la canción para mantenerlo dentro del redil. En cierta medida me pareció como un animal de circo (pensé lo mismo cuando vi a Ozzy en el Azkena) que lo mantienen ahí para el disfrute del personal. Lo que ya rayó el absurdo es cuando le dieron la guitarra acústica, porque sólo fue capaz de encadenar 2 acordes seguidos. Evidentemente sonó en playback, pero la sensación fue casi absurda.
También hubo anécdotas reseñables, como cuando Yosi quiso destrozar un pie de micro, cuando se intentó subir a las pantallas de un lateral (un poco más y vuelcan encima de él) o cuando hermanó las banderas de Galicia y Mónaco/Indonesia (¿o sería la de Cantabria al revés...?)
Finalmente solo nos queda agradecer que haya gente con iniciativa que traiga conciertos que merezcan la pena a nuestra ciudad. Hay riesgos, sin duda, pero esta vez ha salido muy bien. Gracias Jose!
Todas las fotos aquí.
Gran concierto. Siguen siendo los mejores
ResponderEliminarCuantas veces han estado Los Suaves recientemente por Santander? No los he visto jamás... Aunque con tus fotales, es como si hubiese estado ahí jaja
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