La noche pintaba bien, una jam session de 4 leyendas del jazz en un emplazamiento exterior y si llovía en un auditorio. Pese a que no llovió, el evento tuvo lugar en el Barnes Hall de la Universidad de Cornell, y eso despistó a más de uno, que llegó cuando ya había empezado.
Abrió la noche el batería/percusionista/pianista Jerome Cooper (biografía) que con su dominio de una batería, unos flautines, un xilófono y un teclado nos deleitó con casi una hora de ritmos pegadizos. Había momentos en los que le pegaba al bombo (que desgraciadamente no sonaba muy decente, lo demás sí, sobretodo los platos Zildjian) como el batería más cañero de death metal y otros con ritmos cambiantes, todo mientras tocaba la flauta o el xilófono o el teclado. Todo un músico completo que encandiló a la gente y arrancó los segundos aplausos más largos de la noche.
El siguiente en salir a la palestra fue Sam Rivers (biografía), el famoso saxofonista nos interpretó dos canciones con el acompañamiento de un contrabajo. La ejecución fue perfecta, y además le ponía un sentimiento a la interpretación que no dejóindiferente a nadie. Como todo no puede ser perfecto sí que hubo un pero a su actuación. Sólo interpretar dos canciones nos dejó con muchas ganas de más, sobretodo porque veníamos de escuchar a Mr Cooper con unas canciones (creo que fueron 3) de más de 10 minutos cada una, y pasamos a 2 canciones de 5 minutos. Pese a todo fue un placer para mis oídos.
El siguiente por pasar frente a nosotros fue Charlie Haden (biografía), con su contrabajo acompañado de un piano (al que no paraba de dar instrucciones y órdenes) y en la segunda canción por una flauta de travesera, supo regalarnos unos minutos de ritmo, despotricar contra Bush y contar un chiste. Todo un personaje, que se marcaba unos solos de impresión, y años atrás seguramente que impresionaran más.
Finalmente llegó Malcolm Mooney and the Tenth Planet (biografía), acompañado de su grupo de jazz/rock. Este vocalista fue el plato principal de la noche, un derroche de buena voz, sentimiento, expresividad. Tocaron un par de canciones, seguidas de un par de poemas propios del cantante recitados al son del piano. Los aplausos al final de su actuación fueron sin duda los más entregados y largos.
Una de sus canciones que tocaron fue un recordatorio de su anterior grupo, Can, en alemania. La canción que tocaron fue puro sentimiento, "She Brings The Rain":
Todo terminó en consonancia con el horario americano, a las 11pm, tras dos horas de buena música, de la que hay que cerrar los ojos para disfrutar. Toda una pena, eso sí, que no se marcaran ningún tema juntos.
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Pues me hubiera gustado haberlo visto, debió estar muy chulo.
ResponderEliminar;) Un saludo USAboys
Woho!
ResponderEliminarPero donde están las bandas de jovenzanos thrashers!?!?!?!